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Las puertas del miedo



Sol del Val es una ex-padeciente de migrañas, ya veterana en el blog. Le solicité una colaboración en la que expusiera desde su condición de Psicóloga, ex-padeciente y ex-asociada, su propuesta para salir de la pesadilla kafkiana del dolor no explicado ni justificado. El cerebro es un constructor de historias, un soñador de la realidad. Cada migrañoso es una víctima de la narrativa de su cerebro, un órgano socializado que hace suyas todas las historias que oye…

LAS PUERTAS DEL MIEDO

Sol del Val.

Es un tema recurrente entre los lectores del blog demandar un método para aplicarlo a su problema con la migraña.

Ya he contado en alguna ocasión mi experiencia personal y la idea que siempre he defendido desde que comencé este proceso: no hay dos padecientes iguales. Los estilos de afrontamiento, las ganancias y las pérdidas, la información recibida y las fuentes de donde ha bebido cada uno, la historia de éxitos y fracasos, los condicionantes sociales y familiares y, en fin, multitud de factores hacen que enmigrañarse y desenmigrañarse sea para cada uno absolutamente distinto.

Con todos mis respetos hacia aquellos profesionales que abanderan la solución en la psicología cognitivo conductual, el psicoanálisis, la terapia transaccional, la racional emotiva, la PNL , la terapia breve, la gestalt o cualquier otra escuela no creo que por sí mismas sean capaces de abordar el problema en toda su  dimensión porque todas ellas hasta lo que yo conozco abordan la migraña, la fibromialgia, el SFC… partiendo de la idea de habitar un organismo enfermo y bajo los parámetros e información oficial que conocemos hasta el momento. No obstante sí creo que los psicólogos tenemos mucho que decir y hacer si partimos de otro lugar de conocimiento, de otro canal de información y que determinadas técnicas pueden ayudar a interiorizar lo aprendido y a cambiar  creencias erróneas por material nuevo, a combatir el miedo, la ansiedad, la soledad, los pensamientos deformados y, en fin, todo lo que obstaculiza la consecución de nuestro objetivo.

Es cierto también que muchas técnicas requieren de la aplicación por parte de un experto y dentro de un proceso terapéutico. Pero hay determinadas cosas que podemos construir, y aplicar nosotros mismos. Son las que tienen que ver con las visualizaciones y todo aquello que a nivel simbólico seamos capaces de fabricar para intentar barrer la información que hemos ido almacenando hasta ahora y cambiarla por nuevos paradigmas.

Ofrecer en una entrada ejemplos de todo aquello que podemos imaginar y cómo representarlo a nivel simbólico podría inducir a pensar que ese es el método y que ahí está la solución, por eso y ratificándome en la idea de que es un proceso absolutamente personal he decidido contaros una historia en la que cada uno de vosotros puede ser el protagonista y en la que en cada una de las imágenes y escenarios cada uno podrá poner sus propios elementos, sus caras, las palabras escuchadas, su historia personal.

Es un cuento sobre miedos, pérdidas, creencias, dolor, angustia, descubrimientos, decisiones y puertas  tras las que cada uno verá y pondrá su andadura y  que cada cual cerrará a su manera,  ahí va…

 ……………………………………………………………………………………………………………………………………………

 Era joven y vital. Tenía en su cara un gesto de optimismo y deseo por hacer cosas que le acompañaba siempre.

 

Al despertar ese día había sentido un extraño dolor de cabeza que no había experimentado hasta el momento. Alguien muy cercano le había puesto nombre enseguida:

 

“Es una migraña, eso que has visto tantas veces en mí y en otras personas que conoces, te ha tocado, prepárate, estás condenada a sufrirlo como yo. Nada de lo que hagas te librará de ella, te acompañará el resto de tu vida”.

 

A pesar de que le habían aconsejado acostarse a oscuras y en silencio y esperar que pasara, tomó un calmante y decidió salir a dar un paseo por el campo. Amaba la sensación de verse envuelta por la agradable caricia del sol y por el viento que ese día soplaba del sur.

 

Salió por el camino habitual y con sorpresa divisó a lo lejos una casa enorme que no había visto hasta entonces y decidió echar un vistazo. Al entrar  se encontró en una gran sala llena de puertas.

 

Al acercarse a la primera puerta pudo leer un cartel que colgaba de ella: “Puerta de los sabios”. Giró el picaporte y al entrar escuchó la voz de numerosos expertos que hablaban acerca de aquello que le habían definido como migraña: “Son los genes, es la alimentación, es la forma de vida, el estrés, las hormonas, debes seguir las recomendaciones, ni poco ni mucho, ni frío ni calor, no excesos, vida monacal, toma fármacos pero no muchos, habitas en un organismo sensible, enfermo, no te puedes librar de él, haz calendarios, haznos caso, no sabemos que hacer contigo  eres una paciente molesta, es algo psicológico”.

 

Salió aturdida, invadida por una información hasta ahora desconocida y con el convencimiento de ser víctima de una enfermedad que había visto padecer a otros.

 

Entonces reparó con alivio en la siguiente puerta: “Puerta de los remedios”.

 

Entró esperanzada, buscando una solución a aquel dolor que iba creciendo cada vez más en su cabeza y que se acompañaba ahora de nauseas, vómitos, mareos… En aquel lugar encontró una multitud de terapias, técnicas y soluciones que le ofrecían la curación y la salvación: fármacos, acupuntura, psicoterapia, remedios caseros, homeopatía, fisioterapia… todas de manos de conocedores del gran mal que ya se había instalado definitivamente en ella.

 

Salió un tanto aturdida y, ávida de saber más, abrió la última puerta: “Puerta de los migrañosos” y, convencida de que ella pertenecía definitivamente a ese grupo, descubrió al abrir un mundo de sufrimiento, soledad, búsqueda desesperada, incomprensión y pérdidas. Mil historias cuyos protagonistas eran personas con un alto grado de indefensión y de obediencia ciega a cualquier posible solución de curación,  en un universo un tanto claustrofóbico y sin salida. Le invadió entonces un  miedo enorme, gigante, una sensación de condena de por vida.

 

No había salida. Buscó una y mil veces la salida de aquella casa de las puertas que había abierto de par en par y la habían engullido. Entró y salió de las salas cientos de veces en busca de una solución pero  sólo consiguió alimentar más el miedo, esa bestia negra que crecía cada vez más y al que se fueron agregando otros sentimientos igual de intensos, la culpabilidad, la acusación propia y ajena y la envidia y el resentimiento hacia los que no la entendían. Se había paralizado, se había apoderado de ella la indefensión.

 

En sus idas y venidas por aquellas habitaciones un día descubrió en un rincón una puerta escondida tras de unos grandes cortinajes, oculta tras la grandeza de aquellas puertas, en su entrada se podía leer: “El antídoto del miedo”

 

Dentro escuchó hablar de dolor, cerebro, neuronas, copia eferente, condicionamientos, miedo, evitación, errores evaluativos, equivocaciones del sistema, memorias, biología, neurociencia… y comenzó un proceso de aprendizaje y de discusión con una parte de sí que se  empeñaba en volver a cruzar todas las puertas conocidas una y otra vez…

 

Entendió que se trataba de volver sobre sus propios pasos, de caminar el camino andado para desandarlo y cerrar una a una todas las puertas del miedo y no volver a entrar más.

 

Esa puerta escondida, que durante mucho tiempo nunca encontró, le comunicó con la salida al exterior, con una sensación nueva, de aire fresco, de información sin misterios ni trampas, de claridad.

 

Se llevó como un tesoro lo que allí encontró. Sabía que tenía mucho trabajo por hacer, que no sería fácil, que requeriría de esfuerzo, tesón y constancia. Y comenzó a caminar con paso firme por un sendero nuevo.

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30 comentarios en «Las puertas del miedo»

  1. !!MIGRAÑA!! Que pesadilla!!!
    No solamente era una carga para mí, tambien para mi familia que siempre me veían tirada y sin ganas de ver a nadie durante mis crisis de migraña, que eran muchas.Pero además era una dura carga para mi neuróloga que cada vez que me veía no sabía qué hacer conmigo.Solo recetarme un nuevo fármaco maravilloso ( que casualmente había salido nuevo) que no me daría tantos efectos secundarios y bla bla bla y hasta dentro de 6 meses se libraba de mi presencia.
    Pero resulta que al entrar en un foro de internet de personas migrañosas para enterarme de los posibles efectos secundarios y la efectividad de esa medicación me encontré esa puerta maravillosa de la que habla Sol del Val. Daban la dirección de un blog de un neurólogo que explicaba cosas nuevas sobre la migraña. Nada mas leer el blog, fué como si de repente se encendiera una potente luz que me mostraba cosas que hasta entonces nuna había visto.
    Esa puerta maravillosa es la que me ha abierto usted Dr. Goicoechea.
    Hace año y medio que soy ex-padeciente.
    Dejé toda la medicación que tomaba ( por supuesto se lo comuniqué a mi neurologa ya que era una medicación que debía dejarla poco a poco) y casi inmediatamente empecé a notar una mejoría increible.Es verdad que he tenido alguna crisis y he pasado alguna noche sin dormir, pero he aguantado el tirón sin tomar ninguna medicación.
    Gracias de todo corazón por abrirme esa puerta maravillosa que me ha cambiado la vida.
    Un abrazo.

  2. SM: gracias por el testimonio. Llevo unos diez años predicando en un espacio muy parecido al desierto, tratando de convencer a quien quiere oir de que la migraña es la consecuencia lógica de un proceso de aprendizaje de un cerebro biológicamente alarmista, defensivo, residente en un entorno dominado también por una cultura alarmista. La cultura debiera templar, afinar, las pulsiones biológicas del miedo al daño pero no sólo no lo hace sino que deriva ese miedo hacia la tierra del sufrimiento irracional. Hay mucha pasión por el cerebro pero un absoluto desprecio por aplicar la Neurociencia a las doctrinas y prácticas médicas.

    Resulta patético que no se utilice un arma tan inofensiva y práctica como la neuropedagogía en este dramático mundo del dolor sin daño relevante. Bastaría una campaña informativa para evitar una buena proporción del sufrimiento generado por esa diabólica interacción entre la biología y la cultura.

    Gracias por el testimonio. Saludos

  3. Felicito a Sol de Val por su dedicación a esta buena causa. ¡Ojalá podamos seguir todos su camino!, y por lo bien que nos ha explicado a través del cuento este complejo universo de la migraña.
    Como crítica constructiva se dice al final del cuento:
    -«Sabía que tenía mucho trabajo por hacer, que no sería fácil, que requeriría de esfuerzo, tesón y constancia».
    Tengo algunas dudas sobre si este proceso de nuevo aprendizaje o desaprendizaje segun como se mire, requiere de mucho esfuerzo. Si partimos de la idea de Arturo, de que al cerebro no le gusta que lo manden, ni interpretar el rol de mayordomo…es obstinado y tozudo.
    -¡ Quizás resulte mejor…. dejar caer suavemente las nuevas ideas, los nuevos conocimientos.
    Absorverlos…. dejarse empapar al igual que una esponja bajo el agua. ¡A ver que es lo que pasa!
    -¡Quizás no haya necesidad de peleas callejeras, tesón y esfuerzo!

    Lógicamente, si se refiere al tesón y esfuerzo para evitar los comportamientos inconvenientes a las demandas infundadas del cerebro – ¡Tómate el medicamento que esto duele mucho!!!.
    -Vale, entonces de acuerdo… pero creo que si la pedagogía va por buen camino no debería de haber batalla. El cerebro ya no enciende la alarma, no hay necesidad de apagarla a martillazos…. porque ésta no se ha encendido…porque el cerebro ya no huele Peligro.
    ¿Puede el cerebro comprender sin esfuerzo? ¿Se puede ganar la batalla al temor infundado sin luchar? ¿Es una cuestión de voluntad o de entendimiento?

    saludos

  4. Creo que va siendo hora de que yo también cuente algo.
    Hace 17 años mi hijo que tenía 15 m. estuvo ingresado por un problema de coagulación de la sangre y tardó 2 meses en recuperar los valores normales de plaquetas y mantenerlos. Cuando sus valores se normalizaron empezaron a fallar los míos: un cansancio fuera de lo normal, dolores en brazos y piernas, una sensibilidad exagerada al frío y al tacto o a la presión o a todo…No podía levantar cuatro diapositivas seguidas para verlas al trasluz como se hacía antes de proyectarlas, la crema hidratante estaba superfría, apoyarme en el quicio de la puerta resultaba doloroso, llevar el maletín con cuatro papeles un suplicio. Médico de cabecera, análisis, pruebas reumáticas, antígeno tal y antígeno cual…todo normal. Acabé consultándolo con un amigo neurólogo que después de oírme, recomendarme que cambiara de trabajo y demás cosas me dijo: “Mira, si consultaras eso ahora con un neurólogo (me debía estar hablando como amigo) te diría que es fibromialgia”. La verdad, me costó retener el nombre. Hace 17 años.
    A partir de ahí, en poco tiempo, no sé ni cómo ni cuándo pero desapareció.
    En estos años de vez en cuando he notado el agua demasiado fría, o esa sensibilidad exagerada o algo que me recuerda aquél episodio, amenazando…Pero siempre pienso: ya te irás por donde has venido. Y se va, claro que se va.

    Pero me quedan las migrañas. Cuando empecé a tenerlas a los 18 años un médico particular, bueno, me acertó a la primera. Después de una pregunta clave me dijo: “Son jaquecas. En cuanto te empiece el dolor dos optalidones.” A mí que me sonaban las jaquecas a mujer mayor, obesa y con problemas de vesícula se me cayó el alma a los pies. Y eso que entonces los optalidones todavía llevaban butalbital!

    Estoy convencida de que no he padecido fibromialgia porque todavía no existía. Sigo padeciendo migrañas (bueno, hace tiempo que no tengo una en toda regla) porque ésas si existían y “¡oh pobrecita, lo que vas a sufrir! ¡ya has tenido algún disgusto en el colegio!¡La lata que te van a dar como sean como las de tu tía y tu abuela!, etcétera, etcétera.

    PERO… TODO SE ANDARÁ.

  5. Ane Miren: gracias por contarnos tu caso, uno más de los que echan por tierra la teoría de «enfermedad emergente» de la fibromialgia. Creo que el santo Job, por su descripción en la Biblia, también tuvo fibromialgia sin saberlo. Hay un libro (The fibromyalgia story) de una socióloga americana que describe el contexto histórico que propició el éxito del término «fibromialgia». Nuestra especie es muy sensible a etiquetas, expectativas, creencias, cultura, adoctrinamiento… Bueno es saberlo para no incurrir en errores por candidez y exceso de confianza en las doctrinas políticamente correctas.

    Saludos

  6. Me gusta mucho el cuento de Sol del val, creo que lo explicas muy bien.
    Después de desesperación, encontrar una puerta con «salida» es lo mejor que me ha pasado.
    A mi también se me pasó la fibromialgia, tal como vino. La migraña ha mejorado mucho, ahora es de vez en cuando, intensa un día, el segundo mas llevadera y no hay tercero. Es lo mejor que me ha pasado en mcho tiempo. Quedan pequeños flecos por solucionar, en mi caso el tema de la ansiedad pero lo estoy trabajando y mejora mucho. Nunca habia tomado tan poca medicación diaria..nunca en mas de 30 años….gracias Dr. Goicoechea.

  7. Joaquinwct: El esfuerzo, la constancia y el tesón tienen que ver con el trabajo que conlleva modificar determinados comportamientos que nos precipitan una y otra vez a la evitación y, por tanto, a hacer cada vez más grande la pesadilla a la que nos enfrentamos
    Es cierto que hay que dejarse empapar por la información, dejar que penetre y hacerla nuestra pero hay que hacer un trabajo consciente y que, al menos en mi caso, no fue fácil, para no ceder al dolor en ninguna de las ocasiones en las que aparece, dejar de escuchar a los que a tu alrededor te ven pasarlo mal y te animan a tomarte algo o a meterte en la cama, entender que ese es el camino y que por mas que una voz imperiosa dentro de tí te inste a dejar de pasarlo mal si haces algo para evitarlo acallarla con la información adquirida.
    Un individuo puede tener información clara y veraz acerca de la seguridad de los ascensores pero si presenta una fobia hacia ellos su trabajo pasará irremediablemente por dejar de utilizar las escaleras y eso aun con un respaldo terapeútico no es nada fácil y requiere de un esfuerzo consciente y constante para vencer el miedo y dejar de evitar.
    Gracias a todos por haber leido mi entrada y al Dr Goicoechea por publicarla.
    Saludos

  8. Como siempre mis felicidades a Sol, yo no podría haberlo explicado mejor. Espero que la herramienta que has aportado hoy sea utilizada por muchos. Un

  9. Me ha encantado tú relato…maravilloso,bufff no saben como me ayuda leerlos,yo se lo que es padecer esa enfermedad que me revuelve el estomago tan solo la palabra,la comencé a padecer el mismo dia que cumpli once añitos,menudo regalo,el aura me tapa la tele todo y yo no sabia como explicarme,hasta que mi madre me dijo eso mismo me pasaba a mi hija y a tu a abuela…ahi empezo mi gran pesadilla,pruebas y mas pruebas y todos los medicos me deian es el desarrollo cuando te quedes embarazada de mayor se te quitaran, me arruino mi adolescencia y parte de mi infancia,me limito muchisimo,incluso dandome el aura dos veces en un dia,me hizo ser una cobarde para hacer muchas cosas en mi vida, me sentia una enferma, no tomaba medicamentos me acuerdo que mi madre me daba una tila en cada crisis,es que soy un poco especial para las pastillas y a veces prefiero soportar el dolor,tome eso si durante un tiempo sibelium pero no me hacia gran cosa, el caso que a los 18 años se «despidieron » de mi al menos el aura que a mi era lo que me aterraba mas que el dolor….mi vida cambio un poco a mejor nunca las olvide siempre han estado ahi,en mis viajes, en mis trabajos,hasta el dia de mi boda las recordé pero no estaban…hace tres meses despues de 15 años sin verlas despues de un tiempo de ansiedad y depresion me visitaron una mañana,fue horrible,no otra vez no pensaba…..y aqui estoy aterrada…pensando en si vinieron a verme de pasada o piensas regresar…segun mi medico fue un ataque de ansiedad con aura,yo pienso que tambien ya que mi abuelo se estaba muriendo y a mi eso me estaba afectando bastante mas otros problemas personales,puede que mi cerebro pusiera todas las alarmas y se descontrolara y me mostrara de pasada mi gran miedo para que yo reaccionara y me hiciera mas fuerte….
    Lo único que se es que Gracias a su Libro Sr. Arturo, gracias a todos los comentarios que ustedes escriben, mi vida va tomando su curso y voy intentando ser la que fui estos ultimos 15 años en los que mi gran pesadilla era una sombra…..
    Muchas gracias a todos y gracias por dejarme expresar aunque soy tan repetitiva y me hbrán leido tantas veces lamisma historia…aun asi,Sr. Arturo gracias por existir¡¡¡
    Un saludo.

  10. Carmen: tal como describe Sol del Val la migraña es una historia de miedos que se va tejiendo desde niños cuando comprobamos que el destino (genes) nos condena a sufrir igual que nuestra madre y abuela. Librar batallas contra el miedo no es fácil y las supuestas armas terapéuticas no hacen sino añadir frustración, más miedo y efectos secundarios.

    Reconforta saber que el blog te sirve de ayuda para mantener la confianza en una vida normal.

    Saludos

  11. Sol del Val, Este tema del esfuerzo y la voluntad se me antoja bastante compejo, como bien dices, no hay dos casos iguales . A ti como ex-padeciente esta claro que te fue bien y tal vez a otros no tanto…
    En mi opinión personal, el único esfuerzo real que veo en la migraña es el de resistir el dolor para así evitar que ese cerebro equivocado salga victorioso. Esfuerzo que también puede aumentar la tensión y hacernos perder la batalla. En parte porque en ese esfuerzo de resistencia, no lo hemos perdido de vista, ni al dolor ni a aquello que debemos evitar (tomar el medicamento)…… los hemos focalizado.

    Por lo demás, no creo que debamos esforzarnos demasiado en tomarnos una onza de chocolate o en quitarnos la gorra para disfrutar de un buen día de sol….. siempre y cuando nos hayamos autoconvencido de su completa inocuidad (razones).
    Tengo grandes dudas si es necesario un esfuerzo racional por cambiar el chip…Tal vez algunos lo necesiten y otros no!
    En mi caso personal, luchar contra los pensamientos nunca me ha dado buenos resultados.
    cuando he intentado eliminar los pensamientos y las sensaciones indeseables, actuando sobre ellos, los he convertido en foco de la atención y lo único que he conseguido es aumentarlos, perpetuarlos…
    Si luchas o huyes aparecen sin remedio:
    -Si te digo: ¡No pienses en elefantes azules…se hacen presentes de inmediato,… y si piensas ¡Que bien, hace un rato que no pienso en los elefantes….en ese momento aparecen en nuestra mente.
    Creo más bien en dejar pasar los pensamientos irracionales, dejarlos estar, observarlos sin identificarse…mantener distancia, perderles el miedo.. Sin leña el fuego se apaga!!
    mientras… Aportar mucha racionalidad, mucha cabeza a ese cerebro asustadizo que no entiende de victorias ni de derrotas!!!
    Un saludo

  12. Desde el jueves habia abandonado la medicación y no quería oir ni leer ni más propuestas ni más promesas. Para mí era como un tirar la toalla y sólo necesitaba apoyo, pero dicen que el que busca, encuentra. Y yo este domingo encontré en este blog una nueva puerta.
    Ayer mismo recibí el paquete de Amazon con el libro. Como el regalo que de niña te traen los Reyes Magos, no sabía si abrirlo o seguir contemplándolo para no romper el encanto de la esperanza. Comencé a leerlo con la avidez propia de la urgencia, y no puedo decir otra cosa más que de momento está muy por encima de mis expectativas. Me parece un libro estupendo, didáctico, claro, ameno, y para mi sorpresa y por encima de todo, divertido. !Qué buena falta nos hace! Necesitaba este olor a fresco para seguir adelante y estoy disfrutando plenamente de ello.
    Hay un montón de personas con las que me gustaria compartir esta ilusión ahora mismo y decirles: !Ya lo tengo!. Pero voy a ser prudente porque creo que sólo los migrañosos sabemos que si tal vez hay algo más doliente que el propio dolor, es el engaño reiterado e irrespetuoso, aunque éste sea la mayoria de las veces involuntario e inconsciente.
    Un abrazo y bienvenidos a mi vida.

  13. Marta: no sé cómo transmitirte mis convicciones sobre las propuestas del libro. Me limito a garantizarte que nacen de la lectura obsesiva de todo cuanto he pillado sobre todos esos temas que irás descubriendo según avances en la lectura del libro. Nunca se ofrece terapia. Sólo conocimiento, algo mucho más importante que cualquier remedio mágico. Suerte y gracias por conceder tu tiempo e ilusión a este blog

    Saludos

  14. Es muy reconfortante y positivo, leer personas que aunque no las conozca, me identifico y no necesito explicar que siento y que vivo o he vivido, es muy complicado poderle explicar a alguien que no a vivido esto como es porque a veces ni uno mismo sabe. Yo estoy muy agradecida también porque en verdad que si he vivido un antes y un después con todas estás lecturas, si me sigue un dolor que se hace presente pero creo que lo vivo diferente, se que me falta mucho, pero estoy ene el camino
    gracias!!

  15. En primer lugar, gracias por vuestra bienvenida.
    Respecto a la respuesta del Dr. Goicoechea, como psicóloga también, discrepo en un punto: el libro sí ofrece terapia. Y ofrece terapia desde la primera página. Es terapia desde la intención de lectura en este caso, como lo es la intención de escucha en la consulta.
    Es terapia desde el mismo surgimiento del interés. Creo que en ese instante ya aparece una puerta nueva, ya hay un cambio de enfoque. A partir de aquí el aprendizaje es inherente a la vida. A veces para bien, otras no tanto.
    Para mí, terapia es tan sólo o tanto como eso. Más allá de esto puede ser prescripción.
    Muchas gracias por todo.
    Cordialmente.

  16. Marta: me refería a que no ofrezco terapia en el sentido que entiende y espera el paciente: una acción externa que no exige ningún trabajo mas que el de recibir pasivamente. Realmente es una terapia cognitivo-conductual pero dirigida a corregir la psicopatología del organismo, de la red neuronal. Esta psicopatología es, en mi opinión, una estructura fóbico-adictiva (miedo al daño y búsqueda de terapias) no del individuo sino de su cerebro. Puede que el individuo añada también su psicopatología pero no es necesario. El cerebro, biológicamente y por su dependencia cultural puede construir cogniciones y conductas (encendido de programas, percepciones) falsas y maladaptativas. Lo lógico por parte del individuo es buscar diagnósticos y terapias en los expertos. El individuo construye el miedo al dolor y la dependencia de las conductas que puedan aliviarlo. No hay, necesariamente, psicopatología que corregir. Sólo cabe modificar los contenidos de la enculturización (falsas cogniciones, miedos y conductas) dejando tranquilo al paciente con sus estilos de vida y su personalidad.

    Gracias Marta. Espero mucho de las aportaciones que podáis hacer los lectores. En tu caso aprecio el hecho de que seas Psicóloga. Quedas formalmente invitada, tal como lo han hecho otros lectores, a escribir una entrada proponiendo lo que estimes oportuno.

    Un abrazo

  17. Enhorabuena a Sol de Val por su magnífico testimonio. Y es que atreverse a cambiar algunas creencias en el sentido correcto, elimina incertidumbres sobre el dolor y propicia la modificación de la conducta de enfermedad. Gracias por compartirlo. Un saludo!

  18. me encanta lo que han escrito todos, con referencia a lo que comente que es muy complicado explicar o mejor no decir nada a personas que no han pasado por esto, quisiera saber como es que algunos de ustedes o ustede Dr. sugiera como es que también podamos aprender a manejar esto con gente que no conoce, en mi caso, estoy muy concentrada y con la fe bien puesta y la creencia de llenarme de todas las lecturas y de cambiar el chip, las veces que llega una crisis de dolor, yo sigo tranquila, pero mi al rededor o mi familia si se da cuenta que yo tengo dolor los siento encima de mi, porque hacen muchas preguntas, me piden llamar al neurólogo porque ya pasaron días, y o sucede que todos se alarman en ocaciones me mantengo alejada y prefieron no ver a nadie para que no me pregunten y no se alarmen porque creo que yo estoy más tranquila que ellos…… gracias

  19. Pipa: lo siento. Se me había olvidado tu comentario, quizás porque no tiene una contestación fácil. Es una situación frecuente. Los allegados no están convencidos de que esta estrategia sea creíble y aconsejable pues están educados en la creencia que hay fármacos para todo. La mayoría de los pacientes que padece esta situación opta por no decir nada pero tampoco es fácil pues cuando duele se refleja en la cara. Lo importante es lo que tú decidas hacer. Lo que sí nte puedo garantizar es que cuanto defiendo tiene una base biológica poderosa.

    Suerte

  20. Muchas gracias a todos, en especial a Sol del Val por su testimonio.

    Me siento muy arropada por este blog, al igual que Pipa no tengo apoyo familiar, ya que tanto mi hermana como mi madre son migrañosas convencidas y les cuesta entender estos nuevos conceptos. Por una parte me ayuda que duden de mis nuevos conocimientos y me hagan preguntas porque al expresarlos en voz alta se refuerzan y cada vez estoy más convecida que el miedo aprendido es el causante de todas mis migrañas y no la lista de desencadenantes que cada vez se hacía más larga.

    Cada día me siento más libre.

    Me gusta leer los comentarios de Joaquinwct, al principio tenía las mismas dudas de si debía esforzarme en que el cerebro se diera cuenta que estaba equivocado, que si parlamento neuronal…pero creo que hemos llegado a la misma conclusión; el cerebro aprende solo, no hay que convencerle a la fuerza, hay que enseñarle como a un niño pequeño, todo clarito, sin dudas, sin aprenderse la lección de memoria sino razonando. Si te cuesta, es que hay algo que no te ha quedado claro, y para eso tenemos un estupendo profesor que nos ayuda cada día en este blog. Gracias Dr. Arturo.

    También me siento más fuerte. Estoy orgullosa de mi misma, semanas enteras me olvido que era migrañosa, de momento una vez al mes se puede aguantar, aunque sea dura, y sin analgésicos, no hay que acceder al chantaje en las crisis. Es un gran triunfo.

  21. Susana: comparto vuestra opinión de que al cerebro hay que darle sosiego, dejarle que marque el ritmo de su reprocesamiento. Hay muchas inercias en la conectividad y las «batallas entre conexiones» (darwinismo neuronal) seguirán estando ahí. En el cerebro no se tira nada. Sólo varían los pesos de las creencias. Es comprensible la actitud de tus allegados aun cuando a veces dé rabia y nos sintamos impotentes. Para tí es un buen ejercicio de reordenación de ideas. No hay mejor modo de aprender que enseñando.

    Saludos

  22. Un buen amigo me habló de un artículo publicado en un diario local sobre fibromialgia. Gracias a él descubrí al Dr. Goicoechea. Ahora me adentro en este mundo desconocido, con ganas de saborear cada linea y aplicarla a este infierno, del que al parecer no tienen muchas ganas de sacarnos…. nos etiquetan y se acabó….. Yo también estoy en esa gran casa que describe Sol, confundida, abriendo puertas y cerrándolas de golpe, con rabia, y desesperación. Espero que este sea el momento que he visto esa puerta escondida y que poco a poco pueda ir abriéndola y encontrando por lo menos una herramienta para aprender a vivir y superar este dolor continuo que me ha cambiado la vida de manera tan radical y sin aviso previo….. Gracias a todos los que nos avisais de la existencia de esta casa… y su puerta maravillosa…. allá vamos.

  23. Yolanda: espero que tu confianza y disposición te faciliten el camino del aprendizaje. Hay otra vía. Hay que verla y trabajar en esa dirección. La propuesta es sencilla: dar un giro de 180º a cuanto creemos y hacemos.

    Suerte y ánimo

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