Si padeces dolor u otros síntomas podemos ayudarte en GoiGroup, la nueva plataforma que hemos creado con Arturo Goicoechea dedicada a pacientes y profesionales.


Neurociencia de la cultura

Aceptamos que los cerebros de la especies sociales generan, evolutivamente, cultura: conocimiento y conducta compartidos por el colectivo. Sabemos de la propiedad neuronal de representar e imitar internamente, a través de la observación de acciones ajenas, esas acciones observadas, copiarlas y reproducirlas después de la observación (neuronas espejo).

Somos copiones, imitadores, empáticos, altruistas y también exhibicionistas y chismosos. Todo ello ha permitido, al reunir una masa crítica suficiente de población interactiva, la eclosión formidable de la cultura actual. La cultura ha cambiado creencias, hábitos y hábitats pero ha cambiado algo más: el propio cerebro.

La cultura no sólo hace diferentes nuestras conductas y credos sino que sus contenidos y prácticas modulan poderosamente la conectividad de los circuitos. Un occidental percibe de modo distinto que un oriental. Las diferencias se van consolidando con los años de inmersión.

Hay una Neurociencia de la cultura, emergente. Con registros de potenciales, imágenes de Resonancia magnética funcional, con estudios psicobiológicos, se demuestra el impacto de lo que hemos creido y actuado en la arquitectura neuronal, su conectividad, estructural y funcional.

La cultura es un componente ambiental de primer orden. Las decisiones cerebrales (perceptivas, emocionales, cognitivas, viscerales, motoras) son biología. La cultura influye en esa biología.

El dolor está condicionado a la cultura. El impacto no sólo se refiere al modo como lo sobrellevamos y afrontamos, la respuesta emocional, interpretativa y conductual que seleccionamos, sino que, de modo sustancial recae sobre la generación de dolor.

La cultura, interactuando con la biología humana (de la cual procede) realimenta los circuitos de los que brota. La cultura hace que emerja el dolor, aun sin darse daño relevante, y ese dolor realimenta, al percibirse en la conciencia, la fuerza de la conectividad que lo originó.

La migraña es una enfermedad genética. La genética influye. Asigna probabilidades, boletos… pero son probabilidades que interactúan con la cultura que uno construye o recibe y de esa interacción emerge la probabilidad necesaria y suficiente para, en ausencia de daño, surja la percepción dolorosa.

La migraña es una enfermedad cultural. La cultura siempre influye. Asigna probabilidades que al interactuar con la probabilidad genética acaban creando la condición necesaria y suficiente para que emerja el despropósito probabilístico de la migraña.

La migraña es una enfermedad biocultural: una coproducción de un cerebro genéticamente seleccionado a la inmersión cultural.

Cambiemos los genes pro-migraña y cambiaremos la migraña. ¿A qué precio? No hay neuronas ni circuitos exclusivos de migraña. No hay neuronas ni circuitos exclusivos del dolor. Si queremos abortar el dolor deberemos renunciar a otras capacidades.

Cambiemos los contenidos de la cultura y cambiaremos la migraña. ¿A qué precio? Al de disponer de un conocimiento más acorde con lo que actualmente sabemos sobre Neurociencia de la cultura, al de renunciar a credos y conductas de la cultura en la que ha crecido nuestra migraña…

No es una terapia. Simplemente se trata de enriquecernos culturalmente con lo bueno que colectivamente hemos construido los seres humanos en el universo del conocimiento (acervo cognitivo) y librarnos de la parte de adoctrinamiento dirigido a mercado que contiene la cultura migrañosa.

Hay una Neurociencia de la cultura pero aún está en mantillas la cultura de la Neurociencia.

Ahora estamos en GoiGroup

Este blog es solo la punta del iceberg, hay mucho más.

En GoiGroup (el equipo de Arturo Goicoechea) enviamos consejos diarios sobre síntomas.


Al seguirnos, recibirás un audio de 10 minutos que ha sido de gran ayuda para nuestros pacientes.

Si esto te interesa, nos sigues aquí abajo con un click. Si cambias de opinión, dejas de seguirnos con otro click. Así de simple:

Información básica sobre protección de datos. Responsable: GOIGROUP SC. Finalidad: enviarte newsletter informativa con contenidos relacionados con la salud y promociones comerciales personalizadas automáticas. Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos, así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control. Información adicional: En la Política de Privacidad de Goigroup.org.

4 comentarios en «Neurociencia de la cultura»

  1. Hola Arturo:
    Soy un lector asiduo de tu blog. Hoy estaba viendo los informativos y he visto una noticia que se repite últimamente y es la retirada del campo profesional de un deportista de elite (futbolistas, escaladores, ciclistas, etc.) a causa de una hernia discal, que por otro lado están de moda últimamente. Me pregunto si es realmente causa suficiente para dejar el deporte profesional ó es una infoxicación mas que nuestro cerebro tiene que sufrir.
    Gracias de antemano, saludos
    Iñaki

  2. Iñaki: he contado en una entrada del blog («confieso que he sufrido») mi historia personal con la hernia de disco. Creo que cualquier evaluación de un problema estructural (hernia u otros) que no contemple el factor evaluativo puede perjudicar seriamente la capacidad funcional y la trayectoria profesional. Me temo que estamos ante una muestra más de infoxicación…

    Saludos

  3. No hace mucho, creo que fue a través de un documental de naturaleza de TVE, se explicaba que los monos, al igual que los humanos tienen la misma tendencia a imitar acciones y comportamientos (neuronas espejo), pero se decia, que la gran diferencia entre monos y humanos es que así como nosotros lo imitamos todo, ellos solamente imitaban aquellas acciones que finalizaban con buen resultado. Me pregunto en relación al tema que nos ocupa si este experimento justifica los tantos errores de apreciació, imitación y cultura que nos afligen. En definitiva que somos duros de pelar!!!, Mucho más que los monos…

    saludos

  4. Joaquinwet: efectivamente, los humanos sobreimitamos Dejamos entrar más porcentaje de ruido que de señal y ese hecho nos genera riesgo de ver señal donde sólo hay ruido pero también nos permite disponer de más señales subumbral para procesarlas y buscar asociaciones, causas ocultas… La cultura modula el proceso de minería de datos, la separación del trigo de la paja y podemos acabar procesando (o imitando) sólo paja…

    Saludos

Los comentarios están cerrados.