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Creencias y abducciones

Gran parte de nuestras creencias se producen por abducción. Estamos abducidos por nuestro cerebro que es como decir que estamos abducidos por la cultura pues no es sino la cultura la que guía el proceso abductivo de nuestro órgano virtual.

El cerebro imagina la realidad externa e interna, las causas posibles de los efectos, construye hipótesis facilitadas por los expertos en hipótesis y las pone a prueba por ver si (aparentemente) son válidas. De ese modo se desarrolla el universo neuronal de lo que creemos “a pie(s) juntillas”, es decir, siguiendo las indicaciones de quienes necesitamos nos guíen, teniendo como tenemos los ojos vendados. Jugamos a la gallinita ciega en lo que a nuestro cuerpo se refiere.

Abducimos cuando imaginamos una posible causa responsable de un efecto. No hay garantía respecto a la hipótesis.

Cuando duele construimos abducciones. Será a causa de esto o de lo otro… El conjunto de hipótesis causales que manejamos están servidas previamente por la cultura y seleccionadas por nuestras experiencias, por las aparentes validaciones.

– He “comprobado” que es el chocolate el que me produce las migrañas. Si lo pruebo tengo una crisis, seguro. He leído que el chocolate produce migraña. Es cierto lo que dicen.

o…

– Lo que me va bien para la migraña es X.., me funciona. Lo he comprobado…

La abducción es uno de los tres modos lógicos disponibles para extraer conclusiones. Los otros dos son la inducción y la deducción.

El cerebro saca conclusiones, infiere, utilizando alguna de estas tres vías lógicas. La probabilidad de error va de…

… cero para la deducción: todas las gallinas son aves, luego si este animal es una gallina entonces es un ave. Va a misa.

… alta probabilidad para la inducción: todas las aves que hemos analizado de este corral son gallinas luego en este corral sólo hay gallinas…

…incierta, con probabilidad variable, para la abducción: esta ave es una gallina luego se ha escapado del corral X que sólo tiene gallinas…

El error acompaña, como posibilidad con probabilidad variable a la abducción. Si lo que nos cuentan como verdad es “verificado” por el cerebro podemos darnos por abducidos. Una cosa es cometer un error y otra no darlo como tal. El cerebro imagina la realidad, conjetura sobre las causas de los efectos, de los daños y disfunciones responsables de los dolores. Lo hace apurando el conocimiento acumulado por experiencia propia y observación-relato de experiencia ajena y por provisión de conocimiento por los expertos. Los que dicen saber lo que la gallinita ciega no ve y le dan consejos para llegar al objetivo final…

El dolor viene por esto o por aquello. Prueba este remedio… Si funciona es que el consejo era válido. Hemos tirado de abducción…

Hay que andar con cuidado con las abducciones. Son inevitables y estaremos sometidos a la fuerza de convicción que el cerebro (y nosotros mismos) les damos.

El mayor riesgo es el de estar equivocados y no reconocerlo. El abducir y pensar que deducimos.

Si escogemos mal la mayor:  “todos los dolores son anormales”; “me duele la cabeza”… luego “tengo algo anormal en la cabeza…”

o

“Todas las aves vuelan”; “la gallina es un ave”; “no es normal que la gallina no vuele”

¿Qué le sucede a la pobre gallinita?

– No es un ave; no es una gallina; no le apetece volar; no le dejan; está enferma; no sabe; está deprimida…

Hay bastantes padecientes con migraña que van bien con la fórmula pedagógica. Su cerebro modifica la fuerza de convicción de abducciones pasadas y cambia el sistema de creencias. Deja de activar alarmas cuando el usuario come chocolate. Los allegados no siempre comprenden o aceptan las razones del cambio. Sus cerebros abducen a la hora de sacar conclusiones: cualquiera menos aceptar que “sólo hablando, sin tomar nada” se pueda ir la migraña. Sólo les cabe la posibilidad de una “abducción”…

– Se han apoderado de tu mente, te han abducido…

No andan descaminados. Es una cuestión de abducciones cerebrales… pero de signo contrario. Lo que, por abducción, se daba por cierto, también por abducción se da, ahora, por falso.