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Fobia a la fiebre


La fiebre molesta pero forma parte de las respuestas defensivas frente a la destrucción de tejidos. El aumento de la temperatura corporal, en condiciones de normalidad de los circuitos encargados de regularla, es una estrategia del organismo que ayuda a defender e iniciar la reparación de los tejidos dañados.

Lo que defiende molesta. A Homo sapiens (ma non troppo) no le gusta que se le moleste. Menos aún si el incordiante es su propio organismo. ¿Fiebre? No, gracias.

Hay una tendencia generalizada a confundir lo molesto con lo perjudicial. La fiebre molesta… luego es perjudicial. Debe combatirse enérgica y precozmente  con antitérmicos, esponjas, hielo, especialmente en lactantes y niños pequeños, cuyo “delicado” cerebro puede sufrir las consecuencias del aumento de temperatura y generar todo tipo de complicaciones: convulsiones (“febriles”), epilepsia en el futuro, daño cerebral irreversible… muerte.

La evidencia no sostiene nada de lo que se teme ni justifica lo que habitualmente se hace. Cuando hay fiebre hay que averiguar, ante todo, si es un síntoma de algún proceso relevante, no común. Habitualmente la fiebre aparece en el contexto de procesos víricos banales y el único motivo que explica el uso de antitérmicos (paracetamol) es recuperar, artificialmente, algo del bienestar perdido. El niño está menos abatido y, verle así, reconforta a cualquier progenitor. La fiebre no genera la convulsión. El mecanismo no está claro pero puede que sean los mensajeros químicos liberados por los tejidos en apuros (citoquinas) los que activan en el cerebro la denominada respuesta (defensiva) de enfermedad, de la que la fiebre forma parte. El antitérmico baja la fiebre pero no modifica el proceso que da lugar a la convulsión. Tampoco sirve de nada enfriar al niño. Si la convulsión es aislada y breve y el niño se recupera pronto con normalidad no hay que asustarse ni por su presente (el cerebro está bien) ni por el futuro (no tiene por qué tener epilepsia. La excepción no es la regla.

Educamos y protegemos a nuestros hijos en la fobia a los síntomas, a las percepciones somáticas desagradables: fobia a “coger frío”, fobia al dolor, a la fiebre…

Somos una especie empática, imitadora, copiona, cándida, asustadiza. Necesitamos encontrarnos bien para sentirnos seguros y confundimos las respuestas defensivas del organismo con efectos nocivos de una enfermedad o, aún peor, catalogamos el síntoma como una enfermedad: el desánimo, el dolor, el hambre, la anorexia, el cansancio… son decisiones cerebrales cuyo objetivo es incitar al individuo a una conducta acorde con las evaluaciones cerebrales pero hay un empeño en etiquetarlas como enfermedades.

“El dolor crónico es una enfermedad que acaba afectando al cerebro”. Debe combatirse precoz y enérgicamente con analgesia.

El cerebro cultiva la fobia al daño celular. Es hipervigilante por naturaleza… y crianza. El padeciente cultiva la fobia al dolor o la fiebre pues cree, irracionalmente, que combatiéndolas combate la enfermedad.

– He desactivado la alarma. Así no suena la sirena. Eso quiere decir que no me entran a robar…

Sucede lo mismo con la inflamación. La consideramos perniciosa, destructiva y la combatimos precoz y enérgicamente…

Les recuerdo el test del fuego y los bomberos:

En la consulta mostraba una foto de unos bomberos apagando un fuego…

– ¿Qué es la inflamación: el fuego (flama) o… los bomberos?

– ¡El fuego!

– Pues no. Son los bomberos…

Puede comprenderse la fobia a los bomberos si estos acuden al domicilio cada vez que pretendemos encender la chimenea o un cigarrillo pero no cuando lo hacen para sofocar un incendio…


Este blog es solo la punta del iceberg, se puede hacer mucho más.


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    8 comentarios en «Fobia a la fiebre»

    1. Recuerdo un documental que vi hace tiempo:

      Era sobre la vida de las abejas. En un momento del documental las abejas se enfrentaban a sus archienemigas: las avispas. A pesar de que las avispas las doblaban en tamaño, las abejas las daban pal pelo. Las abejas eran mayores en número y tenían una técnica infalible: rodeaban a la avispa entre unas cuantas y batían las alas. La energía desprendida generaba un calor que iba aumentando la temperatura. En menos de un minuto la avispa alcanzaba los 42º y moría. ¡MUERTE POR FIEBRE! decía el documental.

      Recuerdo también unos libros que leí hace unos años:

      Eran de unos médicos naturalistas de tu tierra, que prodigaban el ayuno y la alimentación restringida, rozando la ortorexia. Tenían unas casas de retiro donde poder realizar su medicina sin pastillas. Una de sus máximas era la de no camuflar el síntoma de la fiebre.

      En fisioterapia no tratamos la fiebre como tal, pero hacemos algo parecido. Si el individuo tiene fiebre le mandamos al médico, pero si es su rodilla la que tiene fiebre, le echamos un ojo.

      – Tiene usted la rodilla inflamada.
      Y como no, también hay controversia aqui en que hacer.
      El médico manda antiinflamatorios y el fisio pone hielo.
      Y de la misma forma hay quien prodiga que la crioterapia no es conveniente porque corta el proceso de curación del cuerpo, es más, el hielo no es que analgesie, es que anestesia y por tanto el cerebro no recibe la misma cantidad de información de lo que está pasando y se corta el proceso de autocuración.
      ¿entonces no se debe usar el hielo?
      Supongo que esa no es la conclusión. Hielo si, en los procesos en que la propia presión que genera sobre los tejidos provoque dolor intenso, hielo las primeras 24-48 horas del trauma, hielo si me hago un chichón ¿no?
      ¿Entonces, hielo siempre?
      Pues tampoco, solo cuando haya más bomberos que fuego.

      Aun a riesgo de meterme en lo que no entiendo, supongo que con la fiebre y los antitérmicos ocurre lo mismo.

      Yo entiendo que el mensaje que quieres transmitir es que se utiliza/abusa en exceso, pero tampoco es que se deba dejar de hacer…

    2. Elefante: los contenidos sobre fobia a la fiebre se corresponden con las publicaciones ortodoxas, colegiadas, de los pediatras. Por un lado están los trabajos sobre evidencias epidemiológicas que no demuestran ninguna ventaja en la utilización de antitérmicos (salvo el confort) y por el otro el conocimiento sobre los procesos básicos de las respuestas de organismo, tanto animal como humano. Mi intención no es la de criticar el uso de antitérmicos sino, simplemente, dar información correcta y, luego, sobre esa base, cada cual actuará como considere oportuno. Las creencias sobre la fiebre y sus peligros no son correctas. Generan alarma social injustificada y adoctrinan en la sobreutilización de medicamentos para todo.

      Respecto a la inflamación sucede algo parecido. Es una respuesta defensiva modulada exquisitamente por el organismo. No veo por qué tenga que ser combatida sistemáticamente. La inflamación es la respuesta inicial de la protección y reparación tisular. Sólo cuando es patológica (alergia, autoinmunidad, hiperergia) debe tratarse. El consumo crónico de antinflamatorios es un hecho. Es una causa importante de morbilidad y letalidad. Sobre el hielo no puedo opinar demasiado pero me tendrían que explicar con claridad y fundamento
      cuáles son las razones de su utilización compulsiva.

      Creo que debiéramos ir cambiando los hábitos de “en mi experiencia” por los de la evidencia, ya no sólo basada en estudios estadísticos sino en su coherencia con lo que la Ciencia nos va diciendo.

      Gracias por las reflexiones. Reconozco que es un tema debatible pero eso es bueno

      Saludos

    3. Entiendo a la perfección este artículo. Creo en los mecanismos de defensa del propio cuerpo como los recursos más sofisticados. Yo a mi hijo no le doy paracetamol si tiene fiebre. Considero que es una necesidad del cuerpo para estabilizarse. Soy consciente además de la hipermedicalización. Es un desastre y en miles de casos desgraciadamente, es una intervención que lleva a personas (incluso niños) a la muerte. En 2009 ya lo pudimos comprobar con los efectos secundarios que produjo el Tamiflu, problemas neurológicos y suicidios puesto que es un medicamento que inhibe la mielización de las neuronas.

      http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/07/30/medicina/1248982465.html

      Y como el Tamiflu hay centenas de antivíricos, el reclamo más tirano para medicalizar a la población ante enfermedades en las que se desconoce la causa. La medicina cada vez da más miedo. A los estudiantes de medicina los adoctrinan para no protestar, para no pensar mucho y aplicar por memoria lo enseñado, para usar manuales, y para no salirse jamás del protocolo. Pero luego muchos medicamentos son la causa incluso del cáncer. Sé que a la mayoría esto les sonará exacerbado, pero sólo tienen que seguir indagando y descubrirán el porqué. Lo más fácil es decir que los que criticamos esta barbarie somos psicóticos o amigos de hipótesis conspiratorias. Sin embargo el sentido común se alzará con la razón más transparente.

    4. Transito Blum: hay, como dices, una tendencia a la aceptación acrítica de teorías y aplicaciones, protocolos, árboles de decisiones… Toda esta Medicina precocinada está bastante esponsorizada por Farmaindustria y aceptada por muchos profesionales pues su curriculum engordará con facilidad si se somete a esa dinámica. Es difícil, en este contexto, separar el trigo de la paja, la buena y mala práctica. En el caso concreto de la fiebre está demostrado que la hipertermia es un mecanismo de defensa del organismo y que el único argumento comprensible para aplicar antitérmicos es la búsqueda de confort y autoengañarse con la idea de que controlando los síntomas controlamos los procesos que los originan…

      Saludos

    5. En el libro Placebo de Dylan Evans, en referencia a la fiebre, habla sobre el papel vital de la fiebre en la defensa del organismo frente a la infección. Por ejemplo, mcuhas bacterias se reproducen con mayor eficacia cuando la temperatura corporal es la normal. Si la temperatura corporal se eleva, la división bacteriana se ralentiza, mientras que las células del sistema inmuniario se dividen con mayor rapidez. Según Dylan, no sé si queriendo aportar un punto de vista algo alarmante, en algunos animales infectados con bacterias al ser tratados con antitérmicos, tienen más riesgo de morir de infección. Sin embargo, en el caso que la fiebre fuera muy elevada y pusiera en peligro la integridad del individuo, los antitérmicos pueden salvar vidas. La fiebre, al igual que la inflamación, son desagradables, pero cumplen su función en el proceso de curación.

    6. manderley: la evidencia experimental así lo indica. El trabajo que mencionas con ratones me llamó mucho la atención. A medida que vamos conociendo la compleja y regulada cadena de respuestas defensivas debiéramos ir cediendo al organismo responsabilidades y asistir atentos al desarrollo de los procesos para intervenir modulando externamente con recursos una vez hemos comprobado que hay una desviación (exceso o defecto).

      La Medicina puramente sintomática no tiene sentido.

      Saludos

    7. Me voy a tomar la licencia de darle las gracias a mi madre y a mi pediatra. Mi madre sólo pudo estudiar hasta los diez años o así. Mi pediatra supongo que estudió muchos más. Esta entrada me ha traído a la consciencia una conversación entre mi madre y él… Ella le daba las gracias y él le decía que era un placer atender a una madre como ella porque no le hacía sentirse obligado a dar una pastilla fuese cual fuese lo que a sus hijos les pasara. Digo yo que de esos barros, estos lodos. Disculpad pero ambos se merecen este pequeño homenaje.

      Una entrada imprescindible…

    8. Siempre he comentado en mi familia y he tenido discusiones, aparte de que siempre lo he pensado el tomar medicamentos para cosas tan simples como una gripe, una infección gastrointestinal o simplemente tener fiebre no se necesita tomar medicamentos, son mas daño lo que te causan que lo que te puede beneficiar. Soy un simple estudiante de medicina pero soy muy critico en cada cosa que leo, escucho y veo, también analizo mucho las cosas usted con este articulo me esta reforzando mi teoría. Ando en busca de un nuevo tema de investigación ya que la de Neurogénesis que le llegue a comentar no hubo mucho apoyo en mi escuela y creo que este de la fiebre suena muy bien.
      Gracias por lo interesante de sus artículos.

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