No estoy seguro de recomendar la atención a los padecientes de dolor crónico, sin daño tisular relevante, por parte de un “equipo multidisciplinar” por muy alto que sea su pedigrí.
Los equipos multidisciplinares están formados por especialistas diversos. Los equipos del dolor lo integran habitualmente un especialista “tisular” (generalmente “músculoesquelético”), un especialista en terapias de dolor, el equipo rehabilitador y un psicólogo.
Cada especialista enfoca el dolor desde su perspectiva. Unos ven en el dolor problemas músculoesqueléticos, otros ensayan escalonadamente fármacos, estimulaciones y ablaciones y otros tratan de animar el movimiento o el propio ánimo.
El equipo multidisciplinar se reparte las tareas. El especialista tisular pone la etiqueta somática o “funcional” (o psicosomática… o psicógena… o somatoforme… o…) y los primeros niveles de “calmantes” (analgésicos, antinflamatorios, anticomiciales, antidepresivos…). Si la cosa no va bien el padeciente recala en la Unidad del dolor donde se retocan los calmantes previos y puede que se añadan opiáceos. Si no va bien se envía al padeciente a rehabilitación y si el dolor sigue imponiendo su ley, a pesar de los remedios aportados, se refuerza la conveniencia de que aparezca el psicólogo.
En los equipos multidisciplinares no hay neurólogos ni fisios independientes (no adscritos a Servicios de Rehabilitación). Tampoco hay internistas. Empiezan a dejarse ver algunos Médicos de Atención Primaria…
Al padeciente ya sólo le queda, si todo va mal, el recurso a las llamadas “medicinas alternativas” , también multidisciplinares, una tras de otra.
El padeciente, básicamente, está confuso y desesperanzado. Le vale cualquier novedad, con entusiasmo decreciente por obra del multidesencanto.
Según el equipo multidisciplinar el dolor debe ser afrontado desde una perspectiva Biopsicosocial. No tengo claro el concepto de Bio, de Psico ni de Social. Tengo la impresión de que el modelo considera que el sufriente sufre por una confluencia de factores físicos y emocionales y que vive en sociedad. Hay que cuidar las tres patas del banco: fármacos-masajes-ejercicio, aceptación-animosidad y comprensión-apoyo social.
¿El papel del cerebro?
No gestiona bien las emociones ni procesa bien la información.
y… ¿qué me dice de la información?
Falta información…
– La migraña es una enfermedad crónica cerebral, de origen genético. No conocemos bien lo que sucede pero disponemos de fármacos modernos eficaces que le ayudarán a sobrellevarla.
– La fibromialgia es una enfermedad emergente, posiblemente ambiental, de origen desconocido, sin curación… El cerebro amplifica el dolor que le llega de los tejidos. No procesa bien las señales dolorosas…
– …descubren un gen…
– …dicen que en Suiza operan la Fibromialgia…
El cerebro es el culpable, dicen. Sus circuitos no han salido buenos. Mucha tralla, además. Demasiada para algo tan sensible…
– Bueno, verá: el cerebro es sensible. Le doy la razón… pero es sensible a la información, a sus contenidos. No es problema de cantidad sino de calidad… La información es la meta… la Metainformación (la información sobre la información)…
Como recalca una y otra vez Gordon Waddell, cirujano ortopédico escoces que dajó de operar columna para ser una de las figuras más significativas en el desarrollo del modelo biopsicosocial en el manejo del dolor, el paciente con dolor crónico no requiere en la mayoría de ocasiones un equipo multidisciplinar sino un abordaje multidimensional. No estamos frente a un cuerpo que necesita ser reparado sino frente a una persona que experimenta dolor, da un significado a esta experiencia, estando determinado este significado por las construciones medicas y sociales de su entorno. Abandonemos ya el dualismo
Rafael: el dualismo sigue prestando grandes servicios al modelo biomédico. No estoy seguro de que el modelo biopsicosocial se aplique correctamente. A veces no deja de ser una etiqueta de la que se alardea sin que contenga un verdadero trabajo de integración de conocimiento.
En mi opinión, el componente “bio” del modelo biopsicosocial no contiene la neurociencia del dolor, especialmente la participación cerebral evaluativa (influída por la cultura de de la instrucción experta) y transfiere aspectos “bio” (cerebrales, neuronales) al confuso apartado de lo Psico y Social.
Estoy de acuerdo en contemplar a la persona como sujeto de cualquier modelo pero esa persona no deja de ser una narrativa del organismo y la narrativa admite lecturas psicosociales pero también debe contemplar lecturas biológicas (narrativa cerebral).
No conocía a Gordon Waddell. Intentaré leer sus trabajos.
Gracias Rafael por tus reflexiones.
Antesdeayer hice un comentario pesimista desanimado por la cancelación por falta de alumnos, por segundo año consecutivo, del curso que sobre dolor crónico y neurobiología del dolor se iba a celebrar en Córdoba, e iba a ser impartido por Rafa Torres. Zerapi, la asociación de dos fisioterapeutas con inquietudes y altas pretensiones para la dignificación de la profesión, a través de la formación están intentando introducir nuevos conceptos, nuevas tendencias, pero no siempre encuentran respuesta.
Es una pena, pero esta es nuestra realidad. Aprovecho para felicitar a Rafa por su editorial de la revista cuestiones de fisioterapia, y por el fantástico capítulo de dolor crónico incluido en su libro sobre tratamiento de cervicalgias; es lo mejor que hay publicado en español sobre fisioterapia en dolor crónico.
Antes de participar en un equipo multidisciplinar, creo que es necesario salir de la dispersión en la que nos encontramos, dejar esta torre de Babel cada vez más poblada y tratar de unificar nuestra forma de ser y actuar. La creación de la Asociación de Fisioterapia y Dolor fue un paso importante para este propósito en el campo del dolor…..deberia-mos implicarnos mas…
Fisiograná: comprendo tu pesimismo, más que justificado si procede de la suspensión de un curso por falta de quorum. Predicar la Neurobiología del dolor entre compañeros no es tarea gratificante pero sí lo es, en muchos casos, hacerlo en la consulta, día a día. No todos los padecientes entienden y/o aceptan los conceptos pero hay un porcentaje significativo que sí lo hace. Es este porcentaje el que mantiene el ánimo.
Llevo ya unos quince años embarcado en esta aventura y he estado tentado en muchas ocasiones a tirar la toalla. Afortunadamente siempre había algún ex-paciente que me devolvía la ilusión.
Cuando tuve conocimiento de la existencia de la SEFID me hice socio al momento, junto a mi hija y yerno (fisioterapeutas). Es la única Asociación profesional a la que he pertenecido.
La Neurobiología está ahí. Forma parte de nuestro acervo cognitivo. No tiene vuelta atrás aunque su ritmo de expansión sea lento y lleno de obstáculos.
¡Que no decaiga!
Dr Arturo, el exceso de información…es desinformación. Y creo que eso es lo que pasa desgraciadamente en muchas ocasiones con los equipos multidisciplinares. Que cada uno se pone sus propias gafas y óptica para valorar al paciente. Al final, queda mareado y confuso. Demasiada información. En dolor no asociado a daño relevante, imagínate el desastre si esa (demasiada) información es de corte alarmista.
El camino de la neurobiología es lento, pero seguro. Falta pulirlo, dimensionarlo correctamente y que penetre en nuestro corpus teórico y en nuestro razonamiento clínico. Soy de los que piensa también que no hay vuelta atrás… así, que ¡ánimo!
La verdad es que estoy completamente de acuerdo como paciente- Padeciente que una vez que te metes en el mundo del dolor cronico acabas locoas pues cada terapeuta tiene una opinion a veces demasiado sectaria (es decir lo mio vale lo de los demas no). Desgraciadamente no todo funciona a todo el mundo y el mundo del dolor es un negocio. No quiero que se ofenda nadie pero por ejemplo ciertos medicos confian en tecnicas como ciertas infiltraciones, Ozono, ect y es cierto que ha gente le funcionan pero a otros no. De igual manera aqui se porponen tecnicas que a gente le funcionara pero a otros no. Se que ahora Arturo no ejerce, pero cuando ejercia parece que en su ultima etapa confia mucho en la terapia cognitivo conductual para el tema del dolor migrañosos s…, lo cual me parece estupendo pero cunado esto fallaba me gustaria saber si confiaba en otras opciones o medicamentos, quiero decir que es normal apostar por lo que se cree pero a veces esto no funciona. Es decir por ejemplo por que a veces te encuentras a gente que ha resuleto su problema de dolor cronico bien con una operacion, tecnicas minimanete invasivas o bien con ciertos farmacos no creo que solo sena un placebo.
Y a veces se habla del dolor en ausencia de daño tisular, es decir ante una misma lesion a gente le duele y a otra no pero si eliminar esa lesion como por ejemplo una hernia discal a veces resuelve el problema. Quiero decir que el
mundo del dolor es tan amplio que me parece que las tecnicas estan ahi para utilizarse.
Un saludo y gracias por el Blog.
Aitor: mis convicciones sobre el origen cultural de la migraña son fuertes. Nunca he negado a los padecientes el recurso a los fármacos. En pocas ocasiones lo han aceptado. Probablemente preferían probar con otro doctor. Pienso que las terapias, en este tema del dolor sin daño relevante, forman parte del problema. Puede que generen la apariencia de ayuda a corto plazo pero complican el medio y largo. Acostumbro a poner el ejemplo del tabaco y las ganas de fumar:
“a usted le han instruído en el hábito de aspirar humo tóxico (publicidad, imitación…) Su cerebro le ha impulsado al consumo activando la búsqueda de tabaco y la acción de fumarlo. Ahora me pide un buen tabaco para quitar las ganas de fumar y yo le propongo que no fume… Me pagan por recetarle tabaco. Si quiere lo hago, pero preferiría que entendiera por qué tiene ganas de aspirar humo tóxico-adictivo… y se proponga dejar de hacerlo”
Saludos