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No abundan los trabajos que analizan el impacto de la pedagogía en Neurofisiología del dolor en su evolución. Afortunadamente algunos hay.
Me resulta especialmente grato comprobar que son los Fisioterapeutas quienes más interés están demostrando en reconceptualizar su práctica clínica a la luz de la Neurociencia.
Tanto para profesionales como para padecientes puede parecer increíble, inaceptable, pretencioso, pretender disolver el dolor crónico cervical sobrevenido tras un incidente de “latigazo cervical” con un par de sesiones pedagógicas de 30 minutos y un folleto cuando, previamente, han fallado fármacos y manualidades diversas.
Un fisioterapeuta versado en neurofisiología del dolor y con habilidades expositivas explica cuestiones neuronales básicas sin “hacer” nada más. Pedagogía pura y dura. No pone las manos encima. Sólo explica, quita miedos, anima a la acción confiada. Utiliza su cerebro para ayudar al cerebro del padeciente, sumido en un círculo viciado por los miedos infundados: miedo al daño, miedo al movimiento, miedo al dolor, miedo a la cronificación, miedo a la incapacidad…
A la pedagogía se le niega el pan y la sal. El profesional es alguien que “hace”. No basta la palabra. Recetas, masajes, relajaciones… son necesarias. Dan sentido y justificación a la consulta.
Al padeciente se le niega también inteligencia, capacidad para entender esas cuestiones “tan complicadas”, cuestiones que, muchas veces, el profesional que deniega la capacidad ni siquiera se las ha planteado y, desgraciadamente, desconoce o, incluso, desprecia.
La evidencia de la importancia de creencias, miedos y expectativas en el comportamiento del dolor es abrumadora pero se supone que el padeciente va mal porque es él quien construye innecesariamente alarmismos, “catastrofiza”. El padeciente se automedica, se autoexplica y se autoatemoriza. El profesional es ajeno a ese proceso. El “cervicalismo” es un constructo ciudadano, algo que el colectivo de padecientes hipocondríacos y deprimidos ha desarrollado en torno a los traumatismos con resultado de flexo-extensión brusca cervical (“latigazo”). Es el padeciente el que suplica que le pongan un collarín cervical y le prohiban mover el cuello unas semanas…
Dos clases de 30 minutos… un folleto… neuronas…
Eso es todo. Ahí es nada.
>muy interesante como siempre. Siempre hay cosas que desconozco así que me gusta mucho leerle. Un día tiene que hablar de la acupuntura, yo estoy en tratamiendo con ella. Un saludoo
>mar: no me gusta hablar demasiado de lo que no tengo experiencia, en este caso de la acupuntura, pero tampoco quiero rehuir la pregunta. Así que te confieso mi incredulidad sobre esos supuestos meridianos por los que fluye una supuesta energía. En muchos casos puede resultar beneficiosa para aliviar el dolor. Según parece, incluso es más eficaz que los fármacos (en dolor sin daño, al menos). Puede que eso indique que es mejor placebo…
>Hola Artuto.Muy interesante el tema del latigazo. Gracias por el artículo. Tenía muy buena pinta. Lástima que en la muestra al final solo quedaran 6. Tal vez se debiera a lo poco convincente que resulta para mucha gente la pedagogía. Así lo interpreto yo. Para mucha gente son milongas que no van con ellos, incluso estando convencidos, no creen que pueda ser efectivo para ellos.El cuello es interpretado como una zona delicada. Aunque no sepan anatomía saben que por allí hay cosas muy importantes. De hecho, yo diría que el malestar en el cuello se vivencia peor que en otras regiones a la misma intensidad. No les gusta que el dolor esté allí. El dolor implica un problema. Una alteración estructural en su cuello que los médicos no han detectado. Duele más de lo que debería, durante más tiempo del que pudiera parecer normal, con síntomas que asustan, como mareo, nauseas, parestesias…Todo un asedio de información que el cerebro interpreta peligrosa.Muchos médicos, y también fisioterapeutas reniegan de la pedagogía, aun siendo partidarios de su uso, consideran que no es de su competencia, que no se ajusta a su praxis.Pero, creo que es competencia de todos. De una u otra forma todos debieramos tomar conciencia de lo trascendente de nuestras palabras sobre el paciente: desde que entra por la puerta hasta que se va.De lo que necesita saber y no saber, y de lo decisivo que resulta algo tan básico como la palabra en la evolución. Tanto para mejorar como para empeorarSigue habiendo personas que refieren haber recibido mal-trato en la consulta. Demasiadas…
>Hola elefante:No me extraña que la gente que sufre de mal de cervicales se preocupe,muchas veces no son meros latigazos sino que detrás de un dolor de esta zona hay mucho desgaste de discos,pinzamientos, y es esa la causa de esos mareos,vómitos y paréstesia,si te encuentras con esos sintomas hace falta mucha pedagogia para no asustarse o preocuparse.El cuello es una zona muy sensible y vaya si pasan cosas por allí,el dolor no nos gusta, no solo ahí sinó en ningun sitio,Si el cerebro interpreta peligrosidad ,no se equivoca,necesitamos saber mucho sobre todo para mejorar,me gustan mucho tus reflexiones,se nota que eres un profesional.saludos.Domi
>elefante: comparto tus reflexiones. El artículo tiene esa pega del escaso número de pacientes pero su estructura está bien. Contiene además la bibliografía agrupada sobre la cuestión, generalmente poco citada. Tengo la sensación de que esta corriente de la Fisioterapia no cuenta con el apoyo necesario para hacerse conocer.Desgraciadamente, así es. No se valora suficientemente el impacto brutal de lo que decimos y callamos.Saludos
>Hola buenos dias:Es verdad que hay algunos medicos que no estan por la lavor de utilizar la fisioterapia en las cervicales,le primero que te dicen:Las tienes como papel de fumar ,que no te las toque nadie,Cada uno ya ha de saber como se encuentra y dejarse asesorar por los profesionales que para eso estan,aparte de las pruevas previas que seguro han hecho para verificar el alcance de la lesion en esa zona.un saludodomi
Muy buenas. Simplemente un par de anotaciones al margen. La pedagogía es fundamental. Artículos como este lo que pretenden es dotar de un sustrato basado en la evidencia científica que esto es así.
No estoy de acuerdo con los tratamientos exclusivamente “hands-off”. Una vez David Butler comentó que hablando con un colega psicólogo se jactaba de que él (psicólogo) no podía tocar a sus pacientes. Esto es así. La fisioterapia cuenta con ejercicio terapéutico, pedagogía, pero sin olvidar nunca la terapia manual. Cada vez conocemos mejor los procesos relacionados con la modulación del dolor, mecanismos implicados… y a su vez conocemos más sobre los efectos neurofisiologicos de la terapia manual. Podemos facilitar/favorecer cambios perceptivos, imagen corporal, homúnculo… Tenemos muchas herramientas para hacer nuestro trabajo. La palabra siempre debe acompañarlo pero nunca sustituirlo.
Un gran abrazo.
Villovi: creo que alguna otra vez ha surgido la cuestión: ¿basta la pedagogía? ¿hay que estarse quieto con las manos? ¿sólo cerebro o también tejidos?
Yo creo que no hay sólo cerebro pero siempre está ahí. No sólo hay pedagogía pero siempre la hay (consciente o inconscientemente). La pedagogía necesita todos los recursos. La voz, las manos, los modelos… El comentario del psicólogo es absurdo pero también es absurdo negar la posibilidad de disolver el dolor sin poner las manos encima (aunque es mejor observar, palpar y corregir el movimiento).
Creo que el artículo pretende estudiar el impacto de la pedagogía y en ese sentido es válido. Comparto la necesidad de las correcciones manuales pero critico las acciones terapéuticas que el padeciente valora como acciones milagrosas que recolocan la estructura, supuestamente alterada.
Critico también las acciones manuales que no se acompañan de pedagogía neuronal pues ello conlleva una pedagogía tácita de refuerzo de las tesis estrucurales, músculoesqueléticas.
Me alegra recibir nuevamente noticias tuyas. Un abrazo
De acuerdo contigo. De ahí lo de anotación al margen. Como siempre he reiterado, creo importante reforzar este tipo de reflexiones, para evitar malos entendidos.
Te sigo siguiendo y sigo aprendiendo, intentando sedimentar y asimilar todo. A nivel profesional es un año relativamente productivo, pero a nivel personal todavía difícil. Nos veremos pronto: si no vienes a ver a Zusman iré a verte a Valladolid (si no pasa nada esta vez…).
Un abrazo
Hola, ya estamos otra vez por aqui,ha sido facil reuvicarse en el nuevo formato.
dicho esto.!!!!
poca broma con tocar mucho las partes dolientes,y más sin daño ,a no ser que vaya acompañada con bastante pedagogia como suele decir Ud.El padeciente cuando le duele algo lo que quiere es que no se le manusee demasiado y que le dejen tranquilito a ver si se le pasa por i solo.
Muy buena como todas esta entrada referida a la atencion del dolor,lo tendremos en cuenta,
Saludos,
Domi