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Confieso que he sufrido


Llevaba ya un tiempo con lumbago pero ello no me impedía seguir con mis actividades. Un mal día, jugando al futbol, tuve la certeza de que había sufrido una hernia de disco. Hice reposo en cama pero aquello iba de mal en peor y me aconsejaron operarme. Así lo hice. Me extrajeron un voluminoso disco extruido. Todo bien… durante unos 5 años. Después todo fue de mal en peor, con períodos de baja prolongados, inmovilizado en cama. De esto hace ya unos 20 años.   

El movimiento estaba muy limitado por el dolor y la rigidez. Entrar y salir del coche, sentarme, girarme, meter el pie en el calcetín cada mañana era complicado y penoso.  

Así durante varios años, con bajas de uno o dos meses al año, recluido en cama. El Scanner mostraba cambios postquirúrgicos, fibrosis y cambios degenerativos. El neurocirujano daba por sentado que mi columna estaría inestable y hablaba de “poner unos hierros”…  

Fue entonces cuando descubrí que mi enemigo era el reposo y que el movimiento me sacaría de esa situación. Era evidente que cualquier intento activaba el dolor sobre la columna. Pensaba que habría alguna raíz nerviosa “pinzada”, músculos contracturados, artrosis, fibrosis… condiciones suficientes para justificar el dolor. Todavía tenía a Descartes en la mente y daba por sentado que el dolor surgía de donde lo sentía, de la columna.   

A través de movimientos simples en diversas posiciones y quitando el miedo, convenciéndome de que nada sucedería, conseguí cada día recuperar algo de movilidad en las articulaciones. A la vez me dediqué a buscar información sobre dolor, depresión, ansiedad, neurofisiología… Una cuestión me llevaba a otra… necrosis, apoptosis, inflamación, reparación de tejidos… evolución… percepción, copia eferente, sistemas de recompensa, hipervigilancia, neuronas espejo… memoria de dolor… nocicepción… cultura…  

Sin darme cuenta cambié el chip. Dejé de ser cartesiano. Descubrí que el dolor no provenía de la columna sino de mi cerebro. Cada movimiento estaba evaluado y programado por el cerebro. YO sólo podía expresar mi deseo de levantarme y el cerebro se encargaba de lo demás. Si mi voluntad de girar, flexionarme o ponerme de pie era valorada como amenazante se activaba un programa defensivo-disuasorio. Si el cerebro no valoraba amenaza podía conseguir el propósito con un programa adecuado, articulado, sin reticencias.  

Al principio necesitaba algún ritual. Me sentaba en una silla de la cocina en hiperlordosis y estiraba la cabeza hacia el techo como si ello permitiera despinzar algún nervio. En unos segundos sentía que la zona lumbar se relajaba. Otras veces no era suficiente y tenía que tumbarme y hacer una serie de movimientos para liberar las articulaciones lumbares, caderas… De cuando en cuando reaparecían, en grado menor, limitaciones de antaño, calambres, latigazos, rigidez… Extremaba el cuidado al coger pesos evitando flexionar la columna, me sentaba estirado forzando la curvadura lumbar (lordosis)…

Había días mejores y peores , pero ya nunca estuve de baja. Con los años todo se ha ido disolviendo. Me siento como me da la gana, cojo los pesos sin pensar en cómo lo debo hacer, me he olvidado de “las buenas posturas” y hago una vida normal, sin restricciones.  

Hace unos diez años empecé a dar forma a todos estos cambios en mis convicciones y conocimientos y pasé a la acción con los padecientes de migraña. Hasta entonces les contaba lo que me habían enseñado a contar (genes y desencadenantes), recetaba lo que me habían enseñado a recetar (ergóticos, antidepresivos, betabloqueantes…). Cuando llegaron los triptanes y los anticomiciales ya era un descreído convicto y había sustituido fármacos por pláticas, terapia por pedagogía… Luego vino la Fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica (encefalitis miálgica). Leí un artículo de Simon Wessely sobre terapia cognitiva y descubrí la trascendencia de la información, creencias y expectativas y las reacciones airadas de las comunidades de padecientes…  

Más adelante vino la teoría de la información, señales, ruidos, procesamiento, Bayes, redes neuronales.  Justo un poco antes de publicar mi primer libro: Jaqueca, análisis neurobiológico de un dolor irracional (2004), leí un artículo de un tal Lorimer Moseley y más adelante, ya metido en toda la vorágine de la neurobiopedagogía, su libro Explain pain. El libro de Moseley me liberó de la carga de sentirme un predicador solitario en el desierto y, ya recientemente, la aparición de la SEFID (Sociedad Española de Fisioterapia y Dolor) me permitió sentirme miembro de un grupo de fisioterapeutas (incluidos mi hija y mi yerno) con un buen cuerpo de convicciones compartidas, absolutamente apasionados por la biología del dolor, por tejidos y neuronas.  

Realmente lo pasé mal en los años “de la columna”. No había horizonte. Sólo dolor, rigidez, miedo, desesperación, incapacidad… “Los años del cerebro” me han liberado de ese infierno.  

Y en esas andamos, tratando de trasladar convicciones y afrontamientos a otros padecientes, con desigual fortuna.  

– No me convence… Dice que el dolor no existe… que está en tu mente… que duele porque piensas que te va a doler… que es psicológico… pero me han detectado en la Resonancia varias hernias de disco, artrosis, osteoporosis, pinzamientos, el fisio me ha dicho que tengo muchas contracturas, el estrés… voy a la escuela de espalda…   

En lo que se cria se cree y de lo que se cree se crea. Al menos es así para muchos dolores… “de columna”…


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    41 comentarios en «Confieso que he sufrido»

    1. >Y dice usted que se va a jubilar enseguida? en estos tiempos de debate sobre la edad de jubilicion creo que a usted se le deberia obligar a trabajar hasta los 80 por lo menos, seria un delito privar a los padecientes de un excelente profesional como usted, imaginese su sustituto recetando de nuevo un arsenal de pastillasUn saludo de Jose Luis "el del mareo"

    2. >Jose Luis: me jubilo de la Institución pero no de lo que ha dado sentido a mi vida, eñ interés por la Biología, el organismo, la red de neuronas… Seguiré al pie del cañón, más libre, sin la etiqueta de "neurólogo".Gracias por sus comentarios.

    3. >Gracias a Dios,Dr., que no se jubila de nosotros, sus fieles seguidores.Eternamente agradecida por lo que sus creencias estan haciendo en mi.Todavia tengo ciertos dolores de la fm, algunos un poco fuertes, me cuesta llamarla enfermedad, pero sigo convenciendo a mi cerebro que estoy razonablemente sana.Obligo a mi cuerpo a hacer caminatas cada vez mas largas e intensas, mi cerebro asustado tiembla cuando me ve ponerme la ropa de deporte, reclama, se retuerze, no quiere que haga el ejercicio, pero al rato cede y puedo hacerlo cada vez mas tranquila. Me esta ayudando tambien, un sicologo, a racionalizar ciertos miedos adquiridos, me manda un libro y en la consulta semanal lo tratamos.Deseo seguir mejorando, pero, me falta paciencia. Pero…a como estaba al inicio, he mejorado un 70%.Gracias, nuevamente por su invalorable ayuda…

    4. >En ocasiones no hay mejor y más esclarecedor ejemplo que la propia experiencia. Este testimonio no hace sino sustanciar aún más si cabe los argumentos que sostiene sobre biología del dolor y anima a aquellos que no ven resueltos con la anhelada celeridad sus desatinos cerebrales. Muchísimas gracias una vez más por compartir no sólo el saber sino su propia experiencia.

    5. >Ani: esto de educar el cerebro es como apagar un incendio: a veces quedan brasas y hay que seguir atento una temporada para acabar con todas ellas. Después hay que cuidar el bosque para que no vuelva a incendiarse.Me alegra que te vaya un 70% mejor…. ¡A por el 30% restante!Saludos

    6. >Iñaki: todos aprendemos de los relatos ajenos si les prestamos la escucha. Yo aprendí mucho de la escucha de los relatos de los padecientes. Gracias a ellos me vi forzado a cambiar mis convicciones para contestar a todas las preguntas que se iban formando y a todas las incoherencias que iban apareciendo en la doctrina oficial.Saludos

    7. >Buenos días, Arturo.Me gustaría saber, desde tu punto de vista, si el proceso que narras de la rutina de ejercicios lo consideras un proceso terapeútico físico o simplemente una proceso cognitivo (o terapeútico cerebral). Me explico mejor: ¿los ejercicios actuaron sobre la zona lumbar, donde teóricamente hubo/había un daño, o por el contrario actuaron sobre la manera en que tu cerebro gestionaba las percepciones que recibía?¿O podemos decir que fue la suma de ejercicios (actuando sobre la columna lumbar) + proceso de aprendizaje sobre neurobiología del dolor, lo que te llevó a solucionar tu problema?Gracias por la respuesta y un saludo.

    8. >Hola Dr. Lo fundamental, después de tres meses de leerte cada día, no me parecen los conceptos más técnicos del modelo sino la idea sencilla que ese dolor es un montaje, una película, una pesadilla. Y que por lo tanto hay una posible denuncia del montaje, un desmantelamiento, una solución. Esto le da sentido ¡a tantos absurdos sobre el dolor planteados durante años! Y le da sentido al enigmático placebo y le da sentido a tantas terapias que funcionan como placebo… En el fondo este dolor proyectado sólo es un efecto más de la imaginación humana, no que imagina tener dolor, sino que imagina estar en peligro , una especie de subproducto colateral de la misma capacidad que nos llevó hace más de un millón de años a anticipar el uso de la herramienta que necesitaré mañana y fabricarla, de la estrategia de la caza que nuestro grupo habrá de desplegar, del goce sexual que ahora no tengo, de la muerte que me ha de venir, de un más allá de la muerte de mis personas queridas en rituales funerarios… El dolor sin daño sería, evolutivamente, un coste derivado del beneficio del mecanismo del dolor con daño (común a muchos animales) y de la imaginación anticipadora típica del cerebro humano. (Entiendo que la anticipación cerebral es no sólo consciente y que reservamos el término imaginación propiamente para la construcción consciente, sea anticipando o delirando).La narración de tu caso es algo más que un testimonio magnífico, es la observación princeps de donde arranca el modelo sobre dolor sin daño y la convicción del poder de la reprogramación. Es como si el sapiens que ha pintado un demonio en la pared retrocediera espantado ante su propia creación: la imaginación ha objetivado un enemigo de más, inexistente. Pero entonces se necesita también toda la potencia de la imaginación consciente para contener sus excesos: para anticipar que uno moverá la columna bien, o que uno andará sin dolor en la cabeza, que el demonio es falso… Aprovecho: hay una cosa en la que no estoy nada de acuerdo: eso de seguir después de jubilarse "sin la etiqueta de neurólogo". Esa etiqueta te protege y nos protege a todos. Y más la de "jefe de neurología del hospital x". Ese paraguas da seriedad a tu blog, hace detenerse a los peregrinos de la red en busca de remedio, y te distingue de un hechicero al uso. Ya sé, también los contenidos científicos… Pero me pregunto, parroquianos del blog, si somos honestos, y el primer texto que leimos viniera firmado por el papa del Palmar de Troya, por decir algo, con los mismos razonamientos impecables… ¿nos hubiéramos quedado? El principio de autoridad (aquí profesional) es algo con lo que contar cuando se trata de trabajar con convicciones y anticipar resultados fiables…Gracias por el testimonio y saludos a todos

    9. >iMAM: los ejercicios eran de contenido perceptivo, de imaginar una zona articulada y conseguir la autorización cerebral porque nada nocivo iba a suceder. Al principio había miedo a equivocarme y aumentar el daño con el ejercicio como quien tiene miedo a meterse al agua para aprender a nadar pero poco a poco veía que el ejercicio me eliminaba el dolor en unos segundos. En mi opinión no fué un trabajo sobre condiciones mecánicas sino sobre la representación cerebral de mis acciones sobre el esquema corporal, interocepción.Realmente no había trabajo muscular sino ejercicio mental de quitar miedo al movimiento. A la vez iba haciendo un trabajo teórico sobre estado de los tejidos en relación a su historia (la hernia discal del pasado). Aprendí a confiar en los procesos de reparación tisular y ví que una columna en alerta sufre estrés mecánico injustificado.Saludos

    10. >Carlos: suscribo con entusiasmo todo lo que dices y te invito a exponer tu idea desde tu óptica en una entrada que publicaré con gusto.Respecto a la etiqueta de neurólogo, me refería a desvincularme más claramente de los modos oficiales de afrontar el tema del dolor pero, en honor a la verdad, ya no podré seguir diciendo que soy el Jefe de la Sección de Neurología. Tendré que añadir un EX a lo de Jefe…Saludos

    11. >Realmente Dr, eso de decir que Ud. es Jefe de Neurologia de un Hospital importante, me ha protegido , nos ha protegido como dice Carlos, cuando hemos querido divulgar sus creencias.Mas de una vez, he explicado en los foros de Fm en que consiste esto del "cerebro asustado" y las respuestas agrias no se hicieron esperar: "Ah, ya conozco eso, es la reprogramacion neurolinguistica"; "ah, ten cuidado con los charlatanes", o sino me decian: sabia que por ahi iba la cosa, pero tu que tomas para el dolor? (plop!)Pero, la verdad me solazaba diciendoles que era Ud Jefe de Neurologia de un hospital importante y se quedaban calladas.Lo peor de todo, era que le daban una leidita fugaz a alguna entrada de su blog y se acabo!!Ningun pensamiento acerca del asunto… A seguir quejandose del dolor y de la incomprension y "mira que me ha salido otro sintoma…"En la fm, los sintomas son floridos.El camino no es facil…pero, siquiera deberian leer la informacion del blog.Leerla y releerla, como lo hice varias veces con algunas entradas.Yo sigo divulgando sus teorias, pero cuando veo que la amiga-padeciente de fm, no lee la informacion…me molesta y me da pena…bueno, cada uno con su tema y el que quiera que lo siga…o que siga sufriendo.Un saludo

    12. >Hola Arturo. Lo de publicar una entrada, me parece un honor. De momento creo que tengo aun más guerra que dar (dudas, objeciones, etc.), y sobre todo un camino que hacer con mi propia migraña. Pero vale, gracias, tomo nota y no cae en balde.Saludos

    13. >Arturo, muchas gracias por la respuesta.Entiendo por tanto que su proceso de curación se basó en dos elementos (si me equivoco, corrígeme):-Por un lado, la recuperación de la confianza en los procesos de autorreparación del cuerpo y la pérdida de miedo al movimiento (trabajo de autoconvicción razonada).-Por otro lado, la interocepción, la gestión cerebral de las percepciones y del propio movimiento.Es decir, ¿das por hecho que en tu caso ya no existía daño tisular tan solo una columna en alerta, o por el contrario crees que sí lo había y esa fue tu estrategia terapeútica ante el daño tisular?Nuevamente gracias por intentar aclararme estos temas.

    14. >Ani: realmente produce rabia, tristeza, impotencia conocer las reacciones de las padecientes a las propuestas de origen cerebral. cultural, de su padecimiento. Su defensa a ultranza de la tesis de enfermedad misteriosa sin tratamiento les hunde en un pozo de indefensión del que, incomprensiblemente se niegan a salir si no es por la vía de un tratamiento, una acción terapéutica externa.Espero que alguna vez tus esfuerzos consigan fruto con alguna de ellas.Saludos

    15. >iMAM: creo que tus apreciaciones son correctas. Pienso que existió un daño (extrusión discal con daño radicular) que fue suficientemente reparado. Como secuela perdía la articulación L5-S1 pero el cerebro puede y debe organizar patrones de movimiento fisiológicos con el resto de las articulaciones para facilitar mis propósitos sin que ello suponga una amenaza a la integridad tisular. Los programas anticipados de contractura-dolor y bloqueo articular no están justificados y suponen un estres mecánico absurdo.Saludos

    16. >Esto me recuerda a un artículo aparecido en Body in mind, sobre la alteración en las estrategias de activación motora en pacientes dentro de un contexto de miedo al movimiento, donde electromiográficamente se podía hacer objetivo que existía un aumento de la contractibilidad muscular desproporcionada en los músculos superficiales respecto a los estabilizadores, con un mayor gasto energético y stress mecánico.Independientemente de coexistir miedo al movimiento, o no ( stress mecánico compensatorio a un movimiento limitado. Ej; un exceso de rotación externa glenohumeral como compensación de una limitación de la supinación del antebrazo ), dentro de qué categoría de daño, empaquetamos el dolor por stress mecánico? ( supongo que inminente ), y que efectos fisiológicos ocurren a nivel del tejido somático para que favorezcan la aparición del dolor debido al stress mecánico ( en ausencia de daño tisular )?

    17. >Manderley: el estres mecánico se produce por la realización del movimiento con una contracción defensiva, innecesaria, de la musculatura superficial. El dolor no necesita que se produzca señal nociceptiva en la columna. Se edita directamente desde el cerebro como parte del programa.Cuando leí el artículo de Moseley al que te refieres me acordé de mi proceso. Me facilitaba una explicación.Saludos

    18. >Gracias Arturo por compartir con nosotros tu proceso, en cuanto a lo de la jubilación, nos reíamos hace poco cuando te comenté que qué iba a ser de tantos padecientes sin ti y me dijiste que no abandonarías, creo que el título de ex jefe de Neurología te quedará muy bien cuando llegue el momento. me ha encantado tu historia,un abrazo enorme.

    19. >Ha sido todo un placer conocer como se gestó el descubrimiento del dolor sin daño. Gracias a ello tuve la gran suerte de conocerle, de liberarme de la migraña y tener otra prespectiva sobre el cerebro y el dolor. Con tu propia experiencia y tus conocimientos eres un tesoro a guardar a buen recaudo.Lo que espero es que con la jubilación sus nuevos proyectos tomen forma y tengamos aún más noticias suyas.Un abrazo.

    20. >Arturo, disculpa la insistencia, me parece un tema interesante y estoy encantado de poder discutir contigo.Como bien dices, estamos de acuerdo en que hubo un daño (extrusión discal con daño radicular) que … ¿fue suficientemente reparado? Obviamente sí, se extrajo el disco, con lo que muerto el perro… ¿muertas también las secuelas?Llevo tiempo siguiendo tu blog, me ha enseñado muchas cosas, pero sobre todo le ha dado base a un horizonte que llegaba a otear pero que nunca alcanzaba a disfrutar.Sin embargo, sigo sin tener completamente claros algunos conceptos, y no porque tu no los recalques lo suficiente. Por ejemplo, me da la sensación de que algún lector (entre los que yo me incluí al principio) extrapola tus explicaciones a todo tipo de dolor, cuando se refieren solamente al dolor sin daño tisular.En el caso que nos narras, y quizás por mi de-formación profesional, no puedo evitar seguir creyendo que SÍ había daño tisular 5 años después de la intervención, y que tu manera de afrontar la situación contribuyó a que el cuerpo se re-adaptara o corrigiera ese daño tisular (llamémosle fibrosis, llamémosle atrofia muscular, llamémosle deficitario control/activación motora, llamémosle receptores hiper-vigilantes, hiper-solicitados, llamémosle nueva situación biomecánica, necesidad de nuevos patrones de movimiento…).Lo que me gustaría conocer es si realmente crees que tus molestias (posteriores a la IQ) no eran debidas a daño tisular, crónico, pero daño al fin y al cabo, y que por tanto eran sólo debidas al error cerebral de apreciar como dañino o peligroso todo lo que implicara a la zona en cuestión….o si sencillamente puede que hubiera un poco de todo, algo de daño tisular, algo de valoración de riesgo (algo de valoración justificada y algo de injustificada), algo de mala-educación…Con el tiempo y unas sidras, creo que no soy el único que te agradecería una serie de entradas profundizando en este campo.Gracias por el interés, un saludo

    21. >iMAM: supongo que yo tampoco estoy exento de mi deformación profesional y probablemente veo más fácil cerebros equivocados que tejidos dañados pero en mi caso, y en la mayoría de los dolores crónicos, creo que es un problema de cerebro equivocado ya que no existe un foco activo de daño agudo, un foco de necrosis. Puede que el organismo exprese en exceso, en ocasiones, el proceso proliferativo (neovascularización, reinervación) en tejidos que ya no lo necesiten por no haber necrosis ni inflamación y ello facilite el dolor mecánico con acciones inofensivas pero en este caso también cabe pensar que anda Don cerebro animando y prolongando la fase reparativa.He visto a padecientes en plena fase de herniación, con déficit motor e imagen de hernia extruida. Les he explicado lo básico, les he tratado de quitar el miedo al movimiento y les he animado a seguir con sus planes (laborales, recreativos…) y han ido bien, sin apenas dolor. Poco a poco han recuperado la articularidad lumbar.Creo que el dolor forma parte de la respuesta de la fase aguda. Si se prolonga más allá, en mi opinión se trata de una disfunción del apagado de la alerta, es decir, de una disfunción evaluativa, cerebral…Con toda seguridad hay muchas excepciones. La labor del profesional es la de contemplar todos los ámbitos y tratar de recuperar la función, no sola y exclusivamente la supresión del dolor (al precio que sea).Saludos

    22. >Magnifica entrada, Don Arturo. Su teoría me parece fantástica y sobre todo rompedora.Ahora sólo falta que me hipnotice a mi mismo, y ya puestos también a mi Pilar, y consigamos olvidarnos de que la espalda nos está dando el coñazo desde hace ya unos cuantos años. Sería el mejor regalo de Navidad, un sueño.De las posturas mejor ni le cuento, no sabe usted la cantidad de horas que paso despatarrado en mi oficina. Vamos, que si me ve un especialista en columnas me denuncia a las autoridades.Así que para que el sueño se cumpla espero que nos de usted instrucciones más precisas al respecto, y a ser posible con una botella de vino delante.Un abrazo, recuerdos y feliz Navidad.

    23. >Enrique: no es la espalda real la que canta sino la virtual, la representada en el cerebro, el teatro de lo imaginado. Si no fuera así no seríamos humanos…Cuando aún sufría mi condición de padeciente por columnas virtuales, yacente en cama, recibí la visita de unos amigos… Se quedaron a cenar y decidí levantarme y sentarme como pudiera en la mesa. Me pusieron unas cuantas almohadas en la silla. Cenamos, bebimos, discutimos… y, me ví, sin darme cuenta, yendo a la cocina a por otra botella devino… sin dolor…El suceso me pareció digno de ser considerado y le seguí la pista buscándole explicación…Un abrazo. Indolora Navidad

    24. >Enrique: el alcohol es un inhibidor neuronal. Lo primero que inhibe son las zonas corticales "nobles", ejecutivas, que es donde se deciden todo tipo de inhibiciones. La inhibición alcohólica de lo que nos inhibe estando abstemios hace que surjan todo tipo de estados. Por ejemplo el de no dolor (en ausencia de daño). El alcohol también nos libra de la percepción de frío. Eso es bueno cuando la temperatura es templada, asumible pero nos puede llevar al coma hipotérmico si realmente hace frío y nos tumbamos a dormirla…Un abrazo

    25. >Ay,dr; su anecdota sobre la visita y las botellas de vino me ha hecho reir y me hizo acordar cuando en octubre me fui una semana al Caribe.Tendida en la playa bajo una palmera o tomando cockteles en la piscina, no me acordaba que significaba la palabra dolor.A mi regreso me acorde que sufria de fibromialgia y ahi fue cuando se develo, por completo, el gran secreto: mi cerebro tambien se habia tomado unas vacaciones.Le avisare que es epoca de fiestas y que se olvide de cuidarme unos dias. Felices Fiestas Dr.Con afectoAni

    26. Me veo reflejado en esta historia, con algunos matices lógicamente. Por suerte, gracias a Dios, Yo nunca fui operado de mis tres protusiones lumbares. Lo cierto es que tras las reincidentes lumbalgias que me inmovilizaban de dolor y con el diagnóstico que confirmaba como causa del problema los daños estructurales en mi espalda. Mi cerebro quedo cercado por el temor al movimiento y al más mínimo levantamiento de peso (no podía coger en brazos ni a mi hijo). Me sentí como un inválido!!! Sobre todo, víctima del ruido… inmenso ruido cultural al que me sometieron los traumatólogos y la cultura social, algo parecido a lo que los neurólogos están haciendo con la migraña y sus acojonantes desencadenantes. En poco tiempo, mis sentidos eran como antenas parabólicas capaces de captar cualquier señal de alarma para mi espalda (puro ruido).

      Ante tal panorama todo era una amenaza: Cuidado con la postura, no levantes pesos, duerme así, mucho ojo con el estrés que es causa de lumbalgias…. ¿Es que hay alguien en esta sociedad que pueda vivir sin estrés? Me sentí frustado y sin soluciones…no podía controlar esos factores externos a mi antojo…

      …. Hasta que llegó un día en que un libro me iluminó: “Liberese del dolor de espalda para siempre. Sin medicamentos, operaciones quirurgicas ni ejercicios” del Dr. J.E. Sarno, me pareció una locura pero lo acabé comprando y leyendo. Con la simple lectura (nueva pedagogía cultural) mi cerebro empezó a ir desactivando esas asustadizas alarmas hasta desbloquear toda esa inmovilidad cerebral que se transmitia por todo mi cuerpo.
      El doctor Sarno mostraba en su libro los relatos de personas que superaron con valentía hernias discales y problemas estructurales con la superación del propio temor y de los bloqueos emocionales que funcionaban a modo de justificación de su propia invalidez. Incluso mucha gente que las había padecido no había sido ni siquiera consciente de su existencia hasta que años después en una exploración rutinaria se había detectado la hernia solidificada. ¿Como era posible eso? sin crearles dolor ni inmovilidad?
      El libro de Sarno, también hacía alguna mención sobre la migraña en un nuevo contexto cultural, pero sin base neurocientífica ni fundamentos como los que nos aporta el Dr. Goicoechea.
      Vaya que no era su fuerte!!
      Agradecido estoy al Dr. Sarno, porque me sacó en su día del pozo de la lumbalgía crónica (ahora convivo más o menos bien con mi espalda sin haberle hecho nada) . Practico casi cualquier deporte y soy monitor de Yoga. Su experiencia me proporcionó la suficiente experiencia personal y empatía para entender los fundamentos pedagógicos del Dr. Goicoechea en este nuevo reto de la migraña crónica (mi otro mal endémico). La cosa va más que bien!!!!
      Para acabar, AGRADEZCO ENORMEMENTE a ambos doctores la valentía que han tenido de ir contra corriente velando por los intereses de los que sufren y no de los que pagan!!.
      saludos

    27. Joaquinwet: creo que entre las propuestas del Dr Sarno y las del blog hay bastantes coincidencias. Efectivamente es una cuestión de miedos somáticos, de miedo al daño y de miedo al dolor. Ambos miedos se retroalimentan en positivo y acaba uno bloqueado. Veo que ya les has tomado la medida y podrás hacer una vida razonablemente normal.

      Saludos

    28. Joakinwct:
      Muchas gracias por tu testimonio, yo también he leido a Sarno y en su día creo que me ayudó , me desapareció el dolor en 2 meses, después de seguir durante 10 años un monton de terapias . Aunque el razonamiento es distinto las dos teorías coinciden en varios puntos.
      Un año después de irse como nunca el dolor, (no tenía nada de dolor), el 5 de julio del 2010 volvió al abrir u sofá cama y desde entonces vivo con él, más tenue pero machacón . La lectura de Arturo me ayuda a seguir y confiar en que no hay daño, pero no consigo quitar los miedos a dañarme y la atención al dolor.
      Tanto Arturo como Sarno proponen el mismo tratamiento pero ¿como consegurlo? ¿como convencerte en tu fuero interno de que no hay daño? ¿como quitar los miedos?, estoy en ello, leo, intento racionalizar, sigo el blog, y hay días que parece que lo consigo pero vuelve…,
      Arturo, te sigo ¿el miedo me retroalimenta? pero la posibilidad de que el daño sea físico me vuelve cuando veo que lo intento e intento y no se va.
      Hago vida normal, ando , nado y aguanto el dolor, a veces se va pero vuelve. Sigo leyendo y recopilando información pero el dolor persiste y se incrementa cuando me siento, con un autobús o un coche, ( llevo tiempo intentándolo y como no lo consigo me entran de nuevo las dudas) ¿porque?¿ es condicionamiento?¿se me dispara la alarma equivocada? quiero pensar que sí pero ¿porque no lo consigo? ¿porque no se va? ¿porque… realmente hay daño?… ¿Cómo lo haces Joakinwct?. ¿cómo te has descodificado?

      Reafirmo tus gracias a los valientes y a tí por compartir tu experiencia.

    29. Los comentarios son muy antiguos, no se si me leeran, bueno deciros que soy nuevo en la migraña, y creo que se me desencadenó por respirar mucho tabaco en un sitio cerrado muy viciado por el humo de tabaco. En ese momento estaba normal, no me molestaba, pero al día siguiente me levanté con una migraña tremenda que duro en potencia unas tres semanas sin haberla padecido nunca antes en mis 29 años. Soy varón y me preguntaba si se puede tratar de igual forma una migraña que ha sido provocada por un agente externo que una migraña fisiológica, es decir que se haya experimentado desde la niñez. El caso es que estoy un poco perdido en este tema y eso hace que no pueda hacer frente a mi problema. Creo que lo mejor sería que pasara de la migraña y no le diera importancia. Pero es algo aún tan reciente que me cuesta no prestarle atención por sus síntomas. Bueno muchas gracias de antemano. Si alguien me orienta un poco se lo agradecería bastante. Saludos

    30. Pués Doctor, parece que sigo en los “años de la columna”. En los últimos 3 había experimentado una mejora, lo suficiente como para volver a realizar actividades que llevaba bastante tiempo sin hacer por temor, entre ellas ponerme zapatos de cordones, caminar por la orilla de la playa y mantener relaciones sexuales entre otras.

      Durante este tiempo de mejora, nunca mantuve un optimismo exagerado ya que era consciente de que a pesar de haber dado un paso de gigante, mantenía una permanente hipervigilancia y mis movimientos seguían siendo antinaturales.

      En los últimos meses ha habido un retroceso, a raiz de unos “pinchazos” dolorosos en la columna lumbar que se manifestaron con cierta frecuencia, la rigidez lumbar ultradefensiva se acentuó de tal forma que no tengo dudas de que la mejoría de la fuerte lumbalgia inmovilizante que estoy padeciendo en este preciso momento y de las posibles futuras, depende de forma directa de la desactivación de esa defensa irracional.

      Llevo cerca de una hora y pico sentado sin atreverme a levantar. Me digo a mi mismo: ¡Que mas te da! ¡Si al levantarte te vuelve a dar el latigazo, pues, te aguantas, si no puedes caminar, pues te paras, si lo puedes hacer, pues sigue adelante!. Pero, no me atrevo.

      Es que incluso, durmiendo, la rigídez lumbar defensiva, no se desactiva, es increíble, normal que uno se levante con tantas molestias.

      A pesar de lo que he estudiado y del ejercicio de introspección que he hecho, no logro todavía desactivar la rigidez lumbar robótica, aún sabiendo que es la mayor causante de todo. Lo que le digo, muy desesperante y deprimente.

      Muy valioso su testimonio, para tenerlo muy en cuenta.
      Gracias Doctor.

    31. Maravilloso leerlo Doctor Goicoechea
      Desde la trinchera de la visión “científica-institucionalizada” he llevado un camino como médico especialista en Dolor en México desde el 2009 para comprender a profundidad como resolver el dolor crónico para mis seres queridos y para mis pacientes. Debo decir que la limitada respuesta que muestran muchos de ellos me ha llevado a dudar de las “intervenciones” y mejor llevar toda mi atención a lo que poco a poco en la investigación y búsqueda de respuestas hoy me da alientos para saber que en efecto hay mucho más que fármacos y procedimientos para procurar verdadero alivio.
      El reconocimiento de la Asociación Internacional para el EStudio del Dolor (IASP) en Noviembre de 2017 sobre un tercer mecanismo de dolor, “nociplastico/algoplastico” que puede coexistir con el dolor nociciceptivo y neuropático, creo da luz al conocimiento urgente a ser tomado en cuenta primero por los profesionales de la salud para poder comprender qué es lo que nuestro paciente necesita.
      El encontrar su blog y haber leído su libro sobre migraña hasta el momento me han hecho sentir inmensa alegría, pues aunque conocía las aportaciones del Dr. Sarno y del Dr. Moseley usted nos comparte sus descubrimientos, para empezar en español!, y con un lenguaje tan aterrizado a lo cotidiano que ha sido una herramienta maravillosa para transmitirlo de mejor forma a los médicos en formación con los que trabajo y a los pacientes que aunque con cara de “no entiendo pero como que entiendo” ven una oportunidad de retomar el control y en definitiva de sentir mejor alivio.
      Gracias enormes, seguiré siendo lectora asidua, tengalo por seguro!

    32. Balbina: me alegra saber que en México hay algún profesional interesado en estas propuestas. Agradezco el comentario y espero que también allí germine entre los profesionales este nuevo paradigma.

      Saludos

    33. Qué gran artículo. Este creo que se me escapó cuando conocí el blog buscando información sobre tratar el dolor y su origen. Nunca tuve una hernia discal lumbar, sino una contractura que me tuvo un mes en cama y nueve años con dolores de espalda de mayor y menor intensidad a diario. Entendida la teoría y leídos Moseley y otros e incluso el fantástico libro de Arturo Goicoechea, hasta que no empecé Pilates no encontré mi forma de decirle a mi yo más profundo que todo estaba bien, como me decían los doctores. Estar en un grupo obligándote a moverte bajo la ayuda y supervisión de una fantástica monitora fue mi solución. La teoría y la práctica encajaron y desde entonces ya no hay dolor. Ni un solo día en más de dos años. Estoy muy agradecida siempre a este blog que me abrió la puerta y no pierdo ocasión de difundirlo.

    34. Hola Dr. Arturo! Es la segunda vez que leo esta entrada y me ha saltado una duda en este párrafo: . “El Scanner mostraba cambios postquirúrgicos, fibrosis y cambios degenerativos. El neurocirujano daba por sentado que mi columna estaría inestable y hablaba de «poner unos hierros»… ” había en su columna algún daño físico? Como dice fibrosis, cambios degenerativos
      Me quedé pensando si aún con daño se podía recuperar la movilidad 🙄.. O no era un daño físico sino como una””cicatriz ” posoperatoria?
      Muchas gracias!

    35. Gracias por la respuesta. A ver si entendí. Luego de un cirugía es normal que haya fibrosis, debe ser algo como el callo óseo que se forma en una fractura y que luego desaparece. Es decir de inicio pudo haber fibrosis pero luego al irse la columna adaptando a su “nuevo estado”, no debería dar molestias?
      Lo pregunto porque leí que la fibrosis se daba cuando de forma anormal crecían fibras luego de un proceso operatorio y que podía comprimir un nervio y me quedé pensando….Entonces a pesar del daño uno puede recuperar el movimiento?
      Soy muy preguntona, pero no me gusta dejar a mi cerebro a la deriva.. Je je
      Muchas gracias!

    36. Isadiogo: el tejido fibroso es un tejido norma, presente en estructuras como el músculo o el nervio. En zonas lesionadas no siempre es posible la reposición celular como si nada hubiera sucedido. En esos casos aparece la sustitución fibrosa, que, normalmente no genera ningún problema y permite la recuperación funcional. Una dureza en la piel de la mano de un labrador es tejido fibroso. Es una respuesta adaptativa al estrés mecánico de la hazada.

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