>Arresto domiciliario
>Los seres vivos distribuyen su tiempo entre la «casa» y «la calle». La casa es un refugio, un lugar seguro, preservado de temperaturas extremas y depredadores. La calle es un lugar ambivalente: allí están los alimentos y los ligues pero el tiempo puede ser inclemente y los depredadores están al acecho. El cerebro dispone de un programa que invita a quedarse en casa y otro que fuerza al individuo a salir de caza (comida y pareja). El programa «no salgas» se activa cuando las condiciones externas son adversas (peligro o carencias) o el cuerpo no está para muchos trotes (lesión-enfermedad). …